¿Sabías que los residuos electrónicos (e-waste) son uno de los flujos de desechos de más rápido crecimiento en el mundo? Según las investigaciones, se espera que este año haya 61,3 millones de toneladas de residuos electrónicos en todo el mundo, aumentando a 74,7 millones de toneladas para el 2030.
Sin embargo, ante el creciente aumento de consciencia los consumidores que exigen a las empresas asuman su responsabilidad social ha llevado a un llamado a la acción. Con el sector de tecnologías de la información y comunicación (TIC) pronosticado para representar el 14% de las emisiones para el 2040, los líderes en tecnología tienen un papel fundamental para reducir desperdicios electrónicos, de acuerdo con Edie.
¿Por qué reducir desperdicios electrónicos?
Quizás lo desconocías, pero la fabricación de estos dispositivos electrónicos y el uso de materiales poco convencionales que intervienen en su producción representan una enorme fuente de energía incorporada. Minimizar los desechos electrónicos ayudaría a conservar los recursos y reducir la cantidad de energía que tomamos de la tierra.
La reutilización de metales preciosos y plásticos en teléfonos celulares viejos en lugar de extraer materiales nuevos puede ahorrar la energía equivalente a alimentar hasta 24 mil hogares estadounidenses durante un año, según estimaciones de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés).
No obstante, Praveen Shankar, líder del mercado de medios y telecomunicaciones de EY UK&I Technology, comparte cómo las empresas tecnológicas pueden ayudar a impulsar la economía circular al reducir desperdicios electrónicos. La economía circular busca reducir la dependencia de los recursos naturales finitos y degradar al mínimo el impacto ambiental y social del consumo y la producción de bienes y servicios.
6 pasos para reducir desperdicios electrónicos
1. Convertir la reducción de los desechos electrónicos en una prioridad
La generación de residuos es un gran desafío en el sector tecnológico, ya que los líderes empresariales enfrentan la presión de introducir el hardware más actualizado. Las regulaciones, como la Directiva de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (WEEE), abordan el desafío de la creciente cantidad de desechos electrónicos, y se espera un mayor escrutinio que obligará a las empresas a cumplir su compromiso de reciclar, reparar y reutilizar la tecnología.
2. Maximizar la rentabilidad a través de la circularidad
Reducir desperdicios electrónicos está directamente relacionado con la eficiencia y, por lo tanto, con la reducción de costos. Por tanto, hay importantes beneficios comerciales al cambiar los comportamientos hacia la reparación y reutilización de equipos. Algunas organizaciones ya están implementando mercados en los que pueden intercambiar materiales de red con otros. Crear e impulsar esta economía circular es una parte integral de la reducción de emisiones.
3. Adoptar un enfoque holístico
Para que las empresas tecnológicas sean sostenibles, deben adoptar un enfoque holístico: trabajar con su ecosistema, pensar de manera creativa sobre cómo se comporta la organización y asegurarse de que estén operando de manera correcta para cambiar el rumbo hacia la circularidad. Es vital asegurar la visibilidad de extremo a extremo de lo que está impulsando la creación de desechos electrónicos para poder tomar medidas para reducirlos. Las organizaciones también deben monitorear el desempeño de los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) en su ecosistema para priorizar a los proveedores sostenibles.
4. Medir rigurosamente el rendimiento
Los líderes empresariales deben tener los indicadores correctos, los procesos, los datos y los controles habilitadores para medir los desechos electrónicos. Esto informará cómo pueden reducir los desechos a través de una estrategia de sostenibilidad efectiva, y al medir su progreso año tras año, pueden hacerse responsables de establecer un marco para realizar mejoras.
5. Generar confianza con las partes interesadas
Los inversores, los reguladores, los consumidores y los empleados esperan un progreso tangible. Por ejemplo, las investigaciones muestran que el 85% de los inversores consideran factores ESG en sus inversiones.
Por lo tanto, las empresas deben empezar a mostrar su compromiso con la reducción de los desechos electrónicos o corren el riesgo de comprometer la aceptación de las partes interesadas. Lo más crítico es que la reducción de desechos debe integrarse en la cultura empresarial. Para lograr esto, las organizaciones deben comparar sus objetivos y resaltar las áreas de mejora.
6. Permitir que los clientes y proveedores reduzcan sus residuos
Las empresas tecnológicas pueden ser el motor que impulse la agenda de sostenibilidad de sus clientes y proveedores comerciales al proporcionar herramientas digitales para respaldar la circularidad de los residuos electrónicos.
Lo anterior significa que las empresas de tecnología tienen la oportunidad de crear nuevas fuentes de ingresos mediante el diseño y la ejecución de soluciones que permitan la economía circular para sus clientes.
A manera de conclusión, las organizaciones de tecnología tienen un doble papel que desempeñar. Por un lado deben reducir sus sus propios desechos electrónicos y hacer progresos tangibles en su agenda de sustentabilidad; y por otro lado tienen la responsabilidad de utilizar su liderazgo como facilitadores digitales para impulsar los viajes de sustentabilidad en su base de clientes.