Combatir la discriminación y abrazar la diversidad dentro de sus equipos de trabajo es un esfuerzo fundamental para cualquier empresa que desee ser digna de ser llamada responsable; las organizaciones que lo han entendido han comenzado a abrir sus puertas a distintas minorías para integrarlas a sus actividades. Esto ha ayudado a que muchas de ellas se conviertan en organizaciones realmente diversas cuya plantilla de colaboradores está formada de personas con diferentes etnias, creencias religiosas y preferencias sexuales; sin embargo, aún para estas compañías la batalla contra la discriminación todavía no está ganada.
Según un artículo recientemente publicado por Fast Company, lo que sucede es que la mayoría de los esfuerzos a favor de la diversidad se encuentran orientados a los trabajadores y solo unas pocas empresas prestan la misma atención a la composición de su consejo directivo. Aquí aspectos en los que tu compañía debería poner atención si desea ser realmente diversa.
1. Quién tiene los puestos directivos
Sólo el 21 de los directores generales de las empresas que conforman el Fortune 500 son mujeres, esto representa apenas el 4.2%. Nueve más de ellos son hispanos y sólo cinco se suman a una lista de un total de 15 afroamericanos que han llegado a ocupar estos puestos en la historia.
Claro que las empresas se han preocupado por incluir a mujeres y tras minorías en sus equipos de trabajo logrando alcanzar porcentajes que casi pueden reflejar equidad al interior de las organizaciones, pero una vez que miras con detenimiento el organigrama, notas que las cuotas en realidad son inútiles. ¿Realmente no existen mujeres y candidatos minoritarios capacitados para puestos de liderazgo y en los consejos de administración?
2. La edad de los líderes
Si bien la discriminación por edad persiste en muchas empresas, con frecuencia puede observarse el fenómeno opuesto en las mesas de los consejos directivos, donde la edad media de los participantes es entre 58 y 63 años de edad, de acuerdo con cifras del Wall Street Journal. Sólo un 19% de los directores son mayores de 69, pero menos del 1% de estos puestos son ocupados por personas menores de 40 años.
Tal como propone un editor de Bloomberg, «los consejos de administración no deben ser residencias de personas mayores». Claro que ello no quiere decir que este grupo de edad deba ser excluido de la organización, su experiencia es sumamente valiosa, pero ¿por qué no abrir estas oportunidades a los más jóvenes y aprovechar de igual forma sus ideas?
3. Quién crees que entiende de tecnología
Si bien es cierto que existe un déficit de mujeres que se gradúan en temas de ingeniería, tecnología y matemáticas, esto no quiere decir que todas ellas sean incapaces de manejar sus propias computadoras. De hecho, se trata de un fenómeno que responde en gran medida a la forma en que los estereotipos influyen en su elección de carrera, así que es necesario romper con ellos al interior de las organizaciones.
Existen un montón de profesionales que decidieron estudiar carreras lejanas a la ingeniería y aún están capacitados para dirigir una gran empresa en el sector tecnológico, como Sheryl Sandberg o Meg Whitman, así que por qué cerrar las puertas de cualquier organización a toda clase de profesionistas de distintas disciplinas basados únicamente en estereotipos?
4. Los procesos de selección
De acuerdo con una encuesta realizada por la Asociación Nacional de Directores Corporativos, casi el 70% de los participantes reconoce que sus juntas utilizan redes personales o técnicas de boca en boca para identificar al grupo de candidatos entre los cuales se seleccionó su director actual.
Aunque es quizá uno de los caminos más comunes para seguir por las organizaciones, se trata de un sendero poco conveniente cuando se trata de diversidad, ya que garantiza la selección de un candidato que pertenece a un círculo determinado y cierra las posibilidades a aquellos que, a pesar de su gran talento, están todavía lejos de ese sector.
5. La creación de acuerdos
Para cualquier líder es deseable rodearse de personas que compartan sus ideas, así que los amigos o amigos de sus amigos pueden parecer a simple vista una excelente opción; se trata del camino fácil, cuando un grupo de personas es casi siempre afín a tus ideales, facilitan la ejecución de tu visión y es más sencillo compartir puntos de vista comunes sobre la mejor forma de lograr los objetivos planteados.
Claro que todo ello tiene sentido. Muchos psicólogos afirman que la mayoría de las personas prefieren pasar tiempo con quienes están de acuerdo con ellas, pero no es así como se construyen las mejores decisiones. Para ello es necesario mirar desde diferentes perspectivas y atender a puntos de vista que resulten desafiantes, esto sólo puede lograrse con un equipo diverso.
6. Las evaluaciones de desempeño
En casi todas las empresas, los colaboradores atraviesan por evaluaciones periódicas de su desempeño y reciben una retroalimentación oportuna sobre aquello que pueden mejorar y los nuevos objetivos que habrá que alcanzar, pero los líderes parecen exentos de ello y esto se convierte en un obstáculo, no sólo para su crecimiento profesional, sino para su comunicación con el equipo.