El voluntariado corporativo se ha convertido en una herramienta muy usada por las empresas, ya que se trata de una estrategia que permite crear engagement con los colaboradores, impulsar los esfuerzos de RSE de la empresa y también mejorar las relaciones con otros grupos de interés.
Benevity, una herramienta en línea que permite a las compañías manejar sus programas de voluntariado, presentó recientemente seis tendencias que he identificado en esta área, recogidas por el portal Triple Pundit:
Crece el voluntariado internacional
Las multinacionales suelen ofrecer programas de voluntariado en sus sedes, pero Benevity reporta que ha crecido el número de compañías que expanden estas iniciativas a todos sus empleados, incluyendo a los que tienen base en otros países. El año pasado, el 58% de las empresas reportó tener al menos un programa disponible para colaboradores internacionales.
Iniciativas de voluntariado y de donación se integran en una herramienta
Según la perspectiva de Benevity, es mejor integrar programas de donación a los de voluntariado que elegir entre ambas opciones, ya que las personas que ofrecen su tiempo también suelen dar más dinero. Es por eso que se sugiere que la empresa cuente con herramientas que permitan hacer ambas cosas.
Programas de recompensas
Existen programas (llamados en inglés dollars for doers), que recompensan con dinero u otros donativos a causas elegidas por cada colaborador, basándose en el número de horas que éste pasa en esa organización.
La existencia de este tipo de programas aumentó ligeramente en 2015 y Benevity los recomienda, ya que si se hacen de una forma inteligente y poco restrictiva se aumenta el engagement no solo de los empleados sino también de las OSC aliadas.
Voluntariado basado en habilidades
El 51% de las empresas ofreció servicios pro bono en 2014, lo que significa un aumento del 40% desde 2012.
La popularidad de este tipo de programas sin duda está creciendo, así como la tendencia a pensar con originalidad al desarrollarlos. Por ejemplo, no tomar en cuenta solo las habilidades que los colaboradores usan en su trabajo diario, sino otros conocimientos que posean y que puedan ser valiosos para las causas y organizaciones en las que participan como voluntarios.
Fomentar la comunicación para conocer el impacto
Para que un colaborador realmente vea al voluntariado como una experiencia importante, tiene que conocer el impacto de su trabajo. Es por eso que se recomienda que los voluntarios puedan hablar con los administradores de las OSC con las que trabajan para conocer cuáles fueron los beneficios de su participación.
Mediciones a largo plazo
Las métricas y mediciones se enfocan cada vez más en el largo plazo para así poder conocer el impacto más profundo que pueden tener las actividades de voluntariado.
Al mismo tiempo, las compañías suelen hacer reportes de RSE anuales, por lo que la respuesta es fijar metas a largo plazo y rastrear su progreso de forma anual, sin pretender que ya se conoce el impacto final.