Una pregunta ¿Qué sucedería si le prestaran su iPhone a su abuelo para que hiciera una llamada? Con todo y lo «amigable» que es el gadget, sería más probable que lo desconfigurara a que pudiera hablar a través de él… ya no digamos usar alguna otra de sus brillantes apps.
¿Acaso las personas mayores no son target? Actualmente incluso de dice que la tercera revolución del consumo es la conformada por la tercera edad. En Europa las estadísticas revelan que el 26 % de la distribución del gran consumo del continente se concentra en mayores de 65 años, segmento que a diferencia de otras décadas, está mejor preparado y cuenta con posibilidades económicas.
No obstante lo anterior, muchas empresas desprecian a este segmento, relegando en ello la oportunidad de generar productos virtuosos, es decir, que satisfagan a los consumidores y a la vez atiendan a este grupo vulnerable, que suele ser discriminado no sólo por las marcas sino por la población en general.
Pues bien, en ese contexto se diseñó el 6380 Senior Mobile Phone con botones de 1 cm para que los adultos mayores pudieran leerlos; además de ello, la pantalla también despliega los números en dimensiones mucho más grandes de las usuales. Las aplicaciones de este gadget son básicas: agenda telefónica, mensajes SMS, calendario, alarma, radio FM y juegos… aunque no se espera que sean muy utilizadas.
No obstante y, pensando directamente en el segmento al que va dirigido, el dispositivo posee una gran ventaja diferencial: un botón enorme en su reverso que envía mensajes de emergenecia automáticamente y además emite una alarma de alto volumen… es decir, un botón SOS.
Si bien no se trata de un desarrollo netamente de responsabilidad social, sí deviene de un marketing que, como en el caso de las estrategias base de la pirámide, comienza a enfocar sus acciones en esos grupos vulnerables que la sociedad a veces olvida.
Una muestra más de que el marketing devenido de la conciencia social está ganando terreno a pasos agigantados.
