El crecimiento desmedido de la mancha urbana y la transformación de los cielos han provocado serios daños a más del 60% del territorio mexicano que cuenta con vegetación natural y que equivale a más de 140 hectáreas, la alteración del ciclo hidrológico y cambios drásticos de temperatura; por lo que el mantenimiento de las zonas forestales y la adaptación de medidas de reabastecimiento ha cobrado una relevancia vital en la conservación del medio ambiente.