Ayer Brasil vivió la más humillante derrota en la historia de su fútbol, y para un país, cuyo bálsamo para muchas heridas sociales, es este deporte, la caída es una verdadera tragedia que supera la de Maracaná en 1950. No obstante, hay que señalar que se trata de un juego y no podemos perder la cabeza por ello, hay que darle su justa dimensión, ya que hay situaciones crudas y reales de mucho mayor dramatismo; para no perderlo de vista, aquí hay siete «goles» en contra de Brasil en temas de responsabilidad social… y al final, justo como ayer, uno a favor.
- El vicepresidente de la FIFA, Jeffrey Webb, acusó en pleno Mundial al organismo de “no hacer lo suficiente” para detener el racismo y la discriminación en los estadios durante la Copa de Brasil, señalando la falta de personal capacitado para investigar y reportar los casos de esta índole. Respecto al señalamiento, el jefe de responsabilidad social corporativa de la FIFA, Federico Addiechi, justificó que no había habido tiempo suficiente para entrenar a los oficiales; ante la respuesta podríamos preguntar ¿Desde cuando la RSE se volvió un tema de «tener tiempo»?
- La policía de Río de Janeiro señaló que a través de escuchas telefónicas, identificó a un funcionario de la FIFA que ayudó a un grupo de presuntos revendedores con entradas para el Mundial, incluyendo boletos que fueron emitidos originalmente para jugadores. Una raya más al tigre, podrían señalar muchos, ya que la FIFA ha visto mancillada su reputación una y otra vez durante los últimos años… Y si al parecer se venden Mundiales ¿por qué boletos no?
- En 2010, UNICEF estimaba que en Brasil podía haber unos 250.000 niños que se prostituían con menos de 14 años. La pobreza, especialmente en las favelas, hace que personas sin recursos recurran a la prostitución como forma para sobrevivir. Las autoridades estimaban que un porcentaje importante, los turistas asistirían no solo atraídos por el fútbol, sino por el llamado turismo sexual, ante lo cual se tomaron nuevas medidas para evitar al máximo pornografía y explotación sexual de niños y adolescentes, pero al parecer la pena máxima a la que se podría condenar a los implicados sería de 10 años ¿Es lo suficientemente dura para evitar este fenómeno?
- Las emisiones de gases que calcula la FIFA para la fiesta del fútbol equivalen al CO2 de más de medio millón de autos por un año. Los expertos cuestionaron la falta de cifras del gobierno brasileño. Según la organización, la Copa del Mundo en Brasil generaría cerca de 2,72 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono, esto sin contar las obras en estadios e infraestructura, o los millones de televisores encendidos para ver cada partido. Esto significa que el Mundial 2014 podría ser uno de los de mayor impacto ambiental de todos los tiempos.
- La derrota histórica de la Selección de Brasil ante Alemania revivió las escenas de protesta y descontento social que se vivieron en los meses previos al arranque del campeonato en diversas ciudades brasileñas. A esto se sumó el vandalismo y saqueo devenidos de la frustración de los fanáticos. El hecho confirma una vez más que utilizar estos eventos como parches en realidades sociales lacerantes tan solo eleva el riesgo de problemas y violencia en las comunidades.
- Brasil fue elegido como sede del Mundial en 2007, y el entonces presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, señaló que la fiesta tendría un «legado de mejoría en las condiciones de vida del pueblo brasileño». Muchos de los proyectos de infraestructura que Brasil planeaba para el Mundial, como el tren de alta velocidad entre Río de Janeiro y Sao Paulo, se quedaron en el camino; el valor de las obras de construcción o reforma de los 12 estadios aumentó en un 45% respecto a lo previsto en 2010; un gasto que no corresponde con la realidad económica del país. Esto, sumado a los problemas sociales del país que reclamaban prioridad en la inversión en servicios públicos al grito de «FIFA go home» hicieron que la llegada del Mundial se realizara en un ambiente tenso que aún hoy podría desencadenar violencia en caso de que Brasil perdiera el juego por el tercer lugar.
- De acuerdo con Forbes, todos los acontecimientos anteriores son motivo de polémica pero el caso de los obreros muertos en la construcción de los estadios donde se jugaría el Mundial, recrudeció la mala imagen que ya presentaba. Hasta mayo pasado, siete eran los trabajadores que habían muerto en la tarea, aunque el caso más sonado fue el de los dos obreros que fallecieron en noviembre del año pasado, al colapsar una grúa en el estadio de Sao Paulo, donde se jugó el partido inaugural.
Y tras estos siete «goles» en contra de la responsabilidad social de la máxima celebración del fútbol, habría que decir a su favor que pese a la derrota aplastante sufrida ayer, no se merecían el escarnio que se ha hecho en el mundo de ellos, pues futbolísticamente, ningún país en la historia ha brindado lo que ellos; de modo que he aquí, un gol a favor de la verde amarela:
- Mal, muy mal por Maradona, quien se burló de la escuadra auriverde. «Brasil, decime qué se ‘siete'», dijo El Pelusa minutos antes de que empezara su programa diario ‘De Zurda’ en Telesur. La frase con la palabra ‘siente’ en vez de ‘siete’ es el estribillo de un cántico popularizado en Brasil por aficionados argentinos. Si bien las mofas entre aficionados rivales son comunes, el hecho de ser un líder de opinión demanda mesura en los comentarios, especialmente si el pueblo que vivió la derrota es el país anfitrión. Sobra decir que la calidad moral del otrora astro de fútbol no es tampoco un baluarte moral y que no olvide que cuando él fue seleccionador, fue la misma Alemania quien lo eliminó ajusticiándolo en Sudáfrica con otro marcador de escándalo, 4-0 en aquella ocasión.
[…] Las burlas a los eliminados: Primero, los argentinos se burlaron del equipo brasileño por no llegar a la final, y después en Brasil se les devolvió el favor al hacer mofa del segundo […]