Luego de varias semanas de polémica y fuertes críticas sobre la presencia de racismo en la industria cinematográfica, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas dedicó la entrega número 88 de los premios Óscar a la diversidad, en una gala llena de sorpresas no sólo en la lista de ganadores, sino también en materia de responsabilidad social.
El filme que se coronó como el mejor del año es nada menos que Spotlight, una cinta cuya realización cinematográfica es casi tan fuerte como su mensaje social, mismo que se ha convertido en un llamado individual y colectivo para terminar con el abuso infantil perpetrado por miembros de la Iglesia católica a miles de niños en todo el mundo.
La película cuenta la historia de Spotlight, un equipo de periodistas en el Boston Globe encargado de investigar uno de los más grandes escándalos internacionales: el abuso sexual infantil a manos a sacerdotes y un sistema que parece proteger la imagen de la Iglesia a un costo exorbitante. Las emociones, el control y el profesionalismo de este grupo bien puede ser un reflejo de la importancia y la dificultad del trabajo periodístico, pero bien mirado puede convertirse también en una guía sobre cómo llegar a ser un líder verdaderamente responsable. Aquí siete lecciones.
1. El trabajo de un líder no siempre es sencillo
Ser un líder inspirador sin duda puede ser de gran ayuda para ganar el respeto de tu equipo y motivarlo a alcanzar su máximo potencial. Pero, enfrentémoslo, un líder no siempre cuenta con la aceptación de sus colaboradores y esto puede hacer que su tarea resulte sumamente difícil.
Ese fue el caso de Marty Baron, un editor judío que llega a editor del Boston Globe impuesto por los nuevos dueños de la publicación y en una ciudad donde ser católico parece ser un requisito indispensable.
Baron no interviene demasiado en las actividades de su equipo y sin embargo juega un papel fundamental en el éxito de la investigación, ya que se encarga de mostrarle el camino, corrige el rumbo cuando es necesario y le permite trabajar con autonomía.
2. Escucha a tus colaboradores y ofrece respuestas
Tras señalar el camino a Spotlight e incentivarlo a dedicar tiempo a la investigación de los casos de abuso, Baron se entera de que el equipo necesitará acceso a documentos protegidos por decisión de un tribunal, lo que para el periódico significa demandar a la Arquidiócesis de Boston.
Sin embargo, el propósito de este equipo es mucho más importante que las amenazas a la carrera de un periodista o un grupo de ellos, por lo que el líder está dispuesto a hacer todo lo necesario para brindar a su equipo las herramientas necesarias para cumplir con su misión.
3. Comunica tu propósito
Al enfrentarse con un problema tan fuerte dentro de su comunidad, cada miembro del equipo de Spotlight se enfrenta también a una lucha interior que cuestiona sus creencias más profundas, su fe católica y la confianza que tienen en las personas que los han rodeado desde niños, por lo que sus emociones se encuentran al límite.
Para algunos de ellos, dar a conocer la información que han encontrado no sólo es importante, sino urgente. Sin embargo el propósito planteado para esta misión no es sólo revelar unos pocos casos de abuso, sino apuntar a todo un sistema legal y religioso preparado para ocultar este problema. Al comunicar su propósito, Baron reta al equipo a ir mucho más lejos, controlar sus emociones y superar toda clase de limitaciones pensando en una meta importante.
4. Reconoce el trabajo de tu equipo
Durante su primera conversación con el editor de sección, Baron reconoce que es posible que necesite hacer recortes dentro del diario, pero logra que el equipo se concentre durante su primera misión que resulta ser todo un éxito, por lo que al término de la misma no le queda más que reconocer el trabajo de cada integrante de Spotlight.
Baron asegura que el equipo ha hecho una excelente labor y destaca que está consciente de las implicaciones físicas y emocionales, por lo que los invita a tomar un descanso y reintegrarse al periódico en cuanto sea posible.
5. Asume tus responsabilidades
El editor de sección, Robby Robinson, descubre omisiones de información que de haberse investigado a profundidad previamente habría ayudado al diario a descubrir el escándalo hace años. El periodista está decidido a encontrar al responsable, pero cuando lo hace no puede hallarlo en otro lugar que no sea en el espejo. Al término de la misión reconoce su error y pide disculpas al equipo.
6. Aprende a dejar atrás las equivocaciones
Un excelente líder no sólo reconoce el trabajo de sus colaboradores, también sabe que trabaja con seres humanos y que todos estamos expuestos a cometer errores, por lo que brinda a sus colaboradores la oportunidad de corregirlos y evita condenarlos por las equivocaciones del pasado.
Así, cuando Baron escucha la confesión de Robinson sobre el manejo de la información de abuso infantil y observa los rostros de asombro de sus colaboradores, no permite que la discusión cobre otras dimensiones y reconoce que a pesar de ello todos han realizado un excelente trabajo.
7. Siempre defiende a los tuyos
Como editor de sección en el Boston Globe, Robinson cuenta con una importante red de contactos, producto de su trabajo y de una vida entera dentro de la comunidad, ya que estudió en una de las escuelas más emblemáticas de la ciudad. Es un hombre con facilidad para tratar con las personas, lo que le ha permitido con frecuencia acceder a información privilegiada.
En esta investigación su objetivo parece ir en contra de los intereses de personas clave, por lo que a pesar de que sus contactos le ofrecen un par de datos valiosos también lo bombardean con advertencias que no siempre resultan amables. Robinson debe entonces mantenerse firme en su propósito y defender los intereses de su equipo incluso por encima de los de aquellos que lo han acompañado a lo largo de su vida y de su carrera.