La mirada de los inversores está fija en las compañías que tienen una estrategia de negocios con criterios ESG. Desde las divulgaciones requeridas hasta los riesgos de la política, te compartimos las predicciones de ESG para 2022 de acuerdo con el portal Fast Company.
Las predicciones ESG para 2022
Don’t Look Up cuenta la historia de unos científicos que advierten a funcionarios gubernamentales ineptos sobre un meteorito que destruirá a la Tierra. A partir de entonces, los protagonistas intentarán prevenir a la humanidad sobre el peligro que se avecina.
Pero solo encontrarán la indiferencia, codicia, egoísmo y negligencia. Sin embargo, esta producción no trata de cómo la humanidad respondería a una catástrofe, sino cómo no se está atendiendo a la crisis climática que acaba con el planeta.
Ciertamente, la película captura el sentir de muchas personas en el sector de la sustentabilidad que llevan años gritando al vacío. Si bien, también es posible mirar el progreso logrado en cuanto a aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG): 2021 fue un punto de inflexión.
Los problemas de sostenibilidad están integrados en el comercio global, lo que genera la esperanza de que el capitalismo se vincule con las necesidades de las personas y del planeta. Entonces, ¿cuáles son las predicciones de ESG para 2022? Aquí están siete principales:
1. El tiempo empeorará
Los climatólogos predicen que este será uno de los años más calurosos. Ya el 1 de enero, el Reino Unido registró el año nuevo más cálido. Y dado que se pronostica que el fenómeno de «La Niña» terminará en 2022, es probable que en los próximos 12 meses se generen fenómenos meteorológicos extremos. De hecho, un estudio de Ipsos reveló que un 60% de las personas encuestadas en todo el mundo cree que aumentarán este tipo de eventos.
Con el crecimiento de precipitaciones graves, la financiación de pérdidas y daños, y la adaptación climática exigirán más atención. Los países que estén menos preparados (y sean menos responsables) para el cambio climático serán los más afectados.
Así que una de las las predicciones de ESG para 2022, según el PNUMA consistirá en el aumento de financiamiento para la adaptación y daños climáticos, el cual debe cuadriplicarse hasta llegar a unos 280,000 millones de dólares para 2030. Lo anterior delimitará el enfoque de la reunión COP27 que se celebrará en Egipto.
2. Se requerirá divulgación climática
En 2021, el Reino Unido, Japón, Nueva Zelanda y Singapur exigieron la divulgación climática para las empresas que cotizan en bolsa según el marco del Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD).
Para 2022, la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. y la Unión Europea (UE) pedirán la divulgación de las emisiones de gases de efecto invernadero y, potencialmente, también otros asuntos ESG.
Estas nuevas regulaciones afectarán a miles de empresas pero, lamentablemente, es poco probable que tanto la nación americana como europea se alineen con los requisitos detallados.
3. Los estándares convergerán
Existe la esperanza de una mejor organización, ya que la nueva junta del International Sustainability Standards Board (ISSB) encuentra su base en el 2022. La ISSB ya ha emitido un borrador de estándar climático y espera publicar dos protocolos de informes sobre divulgaciones en la segunda mitad del año.
Con el apoyo de 40 de los principales ministros de finanzas del mundo, el ISSB se convertirá en el estándar dominante para las difusión de ESG integradas en los informes financieros.
4. Continuarán los informes ESG voluntarios
En 2021, el mundo de los negocios alcanzó su pico de informes de sostenibilidad. El 92% de las empresas S&P emitieron 500, mientras que el 70% de las empresas Russell brindaron 1,000 informes. Todas estas fueron divulgaciones voluntarias motivadas por las expectativas de las partes interesadas y el deseo de construir la marca de la empresa.
Con la llegada de la divulgación obligatoria de ESG, los recursos se retirarán de los informes voluntarios, pero continuarán en los solicitados. Las compañías han invertido demasiado tiempo, esfuerzo y reputación para alejarse de estos.
5. La inversión ESG continúa creciendo
El dinero que fluye hacia los productos financieros con la marca ESG continuará su trayectoria ascendente. El 2021 fue un año récord para la inversión en esta materia. Por primera vez, desde el Acuerdo de París, los bancos ganaron más comisiones organizando “bonos verdes” que ayudando a las empresas de combustibles fósiles a recaudar dinero en los mercados de deuda.
De hecho, parece que el 2022 podría romper el récord de su antecesor. La tendencia se verá estimulada por la inversión de nuevos fondos para infraestructura de EE.UU.
Además de los flujos de capital de los $130 billones comprometidos para financiar las ambiciones netas cero por parte de las organizaciones en la Alianza Financiera de Glasgow para Net Zero (GFANZ). Los analistas de Bloomberg predicen hasta $2.5 billones de deuda orientada a ESG en 2022, casi duplicando los $1.5 billones de 2021.
6. La política podría arruinarlo todo
Todo este progreso tiene el potencial de revertirse rápidamente en Washington. Vimos esto cuando el senador Manchin, demócrata del estado Virginia Occidental, se puso del lado de los republicanos para ayudar a bloquear el plan Build Back Better de Biden.
Con las elecciones intermedias de 2022 acercándose en los EE. UU., esta derrota legislativa agregará combustible a la división partidista y alineará a los conservadores detrás del negacionismo climático mientras sus adversarios luchan por la unidad.
7. Transición energética
Incluso sin la acción del Gobierno, la realidad económica seguirá impulsando a la energía limpia, pero quizás no tan rápido. La transición a la energía renovable se acelerará en 2022.
Un estudio indica que 2022 será un año récord en los EE.UU. para la energía eólica, la energía solar y el almacenamiento de baterías; los dos últimos duplicarán y quintuplicarán sus metas anteriores, respectivamente.
Pero la energía de combustibles fósiles también regresará en 2022. Los bloqueos provocados por la COVID-19 deprimieron el carbón y el petróleo en un 8.4% y un 4%, y las emisiones cayeron un 5.8% en 2020. Los combustibles fósiles se recuperaron en 2021 y en 2022, por ello, las emisiones podrían ser más altas que nunca.
Se espera que la demanda de carbón —el combustible fósil de mayor contaminación— pueda alcanzar un máximo histórico a medida que las economías continúan recuperándose de la pandemia.
Las emisiones deben caer un 7.6% cada año hasta 2030 para limitar el calentamiento a 1.5°C. Aunque las energías renovables seguirán aumentando su cuota de mercado, no crecerán lo suficiente como para cumplir los objetivos del Acuerdo de París. Esto agrega aún más presión a los negociadores climáticos que se reunirán nuevamente en Egipto a fines de 2022.
Sin duda las predicciones de ESG para 2022, crean riesgos y oportunidades que cambiaran la forma de hacer negocios.
