Ante una crisis climática inminente y más notoria, la preocupación por sus efectos debe pasar a la acción, por lo que el 2023 podría ser un gran momento de ejercer tu Responsabilidad Social Individual y añadir a tus metas algunos propósitos ambientales para que contribuyas al desarrollo sostenible.
Recuerda que cada persona tiene un impacto en el mundo, dado que todo lo que utilizamos genera un desgaste de recursos. Lo anterior se conoce como huella ecológica, puesto que representa el «indicador para conocer el grado de impacto de la sociedad sobre el ambiente», datos afirman que este es de 2.7 hectáreas por persona.
Sin embargo, nuestro planeta solo tiene la capacidad de brindarnos 1.8 hectáreas, cifra que irá disminuyendo conforme al crecimiento poblacional y la degradación derivada de las actividades humanas. Así que este 2023 puede ser clave para cambiar las dinámicas de consumo y efectuar prácticas regenerativas. ¡Te dejamos estas metas!