En la actualidad existen una gran cantidad de problemas sociales que piden a gritos ser resueltos: pobreza, desempleo, baja calidad en la educación, y un largo etcétera. Estos son tan profundos que los gobiernos por si mismos no pueden atacarlos, y ahí es donde entra la capacidad de los emprendedores sociales, quienes tienen el potencial de
lograr un impacto positivo. ¿Por qué afirmar esto? Aquí siete razones:
1. Crecimiento inteligente:
El sector filantrópico lleva muchos años enfocado en encontrar formas de escalar las soluciones más efectivas, pero antes se dependía de que la organización también aumentara el alcance de sus operaciones. Actualmente, se utilizan varios enfoques, incluyendo el aprovechar asociaciones con OSCs u otras empresas, usando así redes y canales de districuvión ya existentes.
2. Aprovechar lo datos:
Cada vez son más las organizaciones las que entienden que los datos no solamente sirven en retrospectiva, sino que pueden ser una estrategia para mejorar modelos operativos y proporcionar información sobre el impacto en tiempo real. Por ejemplo, la ONG Family Independence Initiative tiene un pacto con sus usuarios para recuperar datos y después compartirlos, de forma que ellos mismos pueden identificar posibilidades, fijar metas y compartir su progreso para salir de la pobreza.
3. Empoderar a los beneficiados:
Algunas de las empresas sociales más prometedoras están poniendo el poder en las manos de las personas a las que quieren ayudar. LIFT, que ayuda a diversas comunidades en Estados Unidos, tiene una red de cien mil agentes de cambio y son ellos mismos los que lideran la organización.
4. Uso de tecnologías:
El sector social ha comenzado a comprender que la tecnología puede tener un papel importante al reforzar el impacto social. Por ejemplo, la National Conference on Citizenship ha construido una plataforma para conectar oportunidades y voluntarios. Por su parte, la incubadora tecnológica Combinator está apoyando a empresas sociales basadas en plataformas tecnológicas.
5. Creación de demanda en el mercado:
Los innovadores sociales tradicionalmente han trabajado en la parte de la oferta, con modelos que buscan una mejor forma de resolver problemas. Ahora, hay quienes se efocan en sectores y socios estratégicos para trabajar en la demanda. Esto impulsa al mercado a buscar soluciones que funcionan, a crear nuevos caminos para el financiamiento y a identificar nuevas oportunidades.
6. Nutrición de los ecosistemas:
Los esfuerzos para unir a diversos actores del ecosistema: legisladores, emprendedores, filántropos, etc. están demostrando tener potencial. Los participantes aprenden unos de otros, alinean sus estrategias, combinan sus recursos y finalmente generan formas más efectivas de resolver problemas.
7. Legislación:
Los líderes políticos también están buscando opciones enfocadas a resultados, que ahorren recursos y aumenten los impactos positivos. Esta presión puede limitar la innovación, pero también puede llevar a la creación de políticas que puedan impulsar este tipo de siluciones.
Fuente:
Fast Company
