Poco más de 600 toneladas de pilas se han recolectado en los últimos ocho años en la ciudad, un promedio de 75 toneladas al año, evitando que se revuelvan con la basura y se conviertan en residuos tóxicos, ello gracias al programa de acopio de la empresa Grupo Imagen y Mobiliario Urbano (IMU).
En coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal, el programa cuenta con más de 400 puntos y consiste en recibir de manera gratuita pilas AA, AAA, C, CR, de botón y cuadradas.
Periódicamente se recogen y son llevadas a un almacén de donde parten a la planta recicladora Sitrasa, localizada en Irapuato, Guanajuato.
En la planta, las pilas son sometidas a procesos para la recuperación de metales y manejo especial de otros componentes para que se minimice el riesgo tóxico, no se mezclen con el resto de la basura y a la larga puedan ser un foco de contaminación química.
Fuente: Excélsior