No resulta muy difícil darse cuenta cuáles son los principales aspectos que diferencian a un auténtico Reporte de Sustentabilidad de uno escrito con propósitos de greenwashing.
Busque en el contenido del Reporte:
La descripción del contexto de sostentabilidad en el que opera la organización
Aunque resulta uno de los requistos de los lineamientos de GRI a la hora de redactar un Reporte, no siempre se lo encuentra claramente expresado. La inclusión de un apartado -o como introducción al enfoque de gestión de cada aspecto- con los datos del contexto económico, social y ambiental en el que se opera; así como los principales desafíos en torno a la sostenibilidad del sector de actividad, resulta fundamental para poder entender:
Cómo una organización identifica los principales impactos de su actividad sobre la economía, la sociedad y el ambiente.
Desde dónde describe sus principales riesgos y oportunidades en torno a la sostenibilidad propia y del entorno en el que desarrolla sus actividades.
¿Se integra la sostenibilidad a la gestión?
Aquí hay que mirar la transversalidad del enfoque de sostenibilidad de la organización como un todo. Quien reporta debe haberse respondido la difícil pregunta que lleva desde lo general hasta lo específico: ¿Qué es sostenibilidad para mi organización? Y otra de no menos importancia: ¿Qué y cómo se la gestiona desde cada área operativa?
De no encontrar respuesta a estos interrogantes, más que un Reporte de Sostenibilidad se estará frente a una memoria institucional.
¿Se incluye la Cadena de valor?
Aprovisionamiento y distribución no pueden estar fuera del alcance de lo que se denomina una gestión sustentable. Busque si el Reporte refleja los esfuerzos que se están haciendo, los logros alcanzados y los desafíos a futuros para incluir a la cadena de valor en la gestión orientada a la sustentabilidad. Sea mucho o poco lo importante es que refleje el camino a su inclusión.
¿Cómo se incluye la participación de públicos prioritarios?
Comprender los impactos positivos y negativos implica haber incorporado una mirada 360°, es decir, haber incluido en el ánalisis de riesgos y oportunidades no sólo la perspectiva propia sino también la de aquellos que afectan o son afectados por la organización.
Aquí resulta clave que se informe sobre quiénes son y cómo dialoga, cómo registra y cómo se gestiona la agenda de la sostenibilidad compartida entre la organización y sus principales públicos.
¿Hace foco en los aspectos materiales de la gestión?
La última Conferencia de Global Reporting Initivative (GRI) y el lanzamiento de los nuevos lineamientos G4, dan cuenta de la importancia de este tema. En su transcurso se habló que se está frente a una doble tormenta económica y ambiental que pone en riesgo a las generaciones futuras. La G4 busca hacer foco en aquello que realmente importa y que refleja una actitud de cambio y transformación.
Cualquiera sea el lineamiento que se haya usado para reportar ¿Se incluyen en el reporte aquellos aspectos que realmente importan y resultan de peso en la agenda de la sostenibilidad? ¿Refleja madurez y equilibrio en la estrategia de triple resultado, o el peso de la información está puesto aún en aspectos que tienen más que ver con la filantropía que con la gestión?
Transparencia y fiabilidad de la información
Se viene avanzando en la tendencia “reporte o explique porqué no lo hace”. Ello habla del reclamo de diversos stakeholders por contar con información trasparente que les permita tomar decisiones respecto a la calidad de la relación que establecerán como clientes, inversores, o vecinos. Lo opaco solo agrega ruido a relaciones que no siempre resultan fáciles porque puede haber intereses encontrados.
¿Se explican razonablemente las bases en las que se sustenta la información que se proporciona? ¿Se informa porqué no se incluyen indicadores claves? ¿Encuentra fácilmente la información que se incluye en notas o referencias de internet externas al reporte?
Accesibilidad
Y si de transparencia se trata, no podemos menos que hablar de accesibilidad a la información, interactividad y feedback. Existen múltiples formas de comunicar un reporte. Desde el impreso; el PDF; sitio de internet específico; formato para móviles; etc. pero lo fundamental es la posibilidad de interacción con el/los destinatarios del Reporte. Se supone que el Reporte es el relato, la presentación de resultados del periodo. Habla o debería hablar sobre los aspectos materiales de sustentabilidad. Aquellos que hacen foco en el interés de los principales stakeholders y en el interés de la empresa. Si no hay consulta, si no se plantean mecanismos de retroalimentación de la información a través de canales específicos, no hay genuino interés en informar y ser informado.
Progresos y desafíos
Y, por último, nada hace más creíble a un Reporte como el haber incluido no solo los aciertos sino también el camino crítico que queda por recorrer para alcanzar las metas establecidas. Use la brújula y buena lectura!
Michael Porter presentó en Latinoamérica el Índice de Progreso Social
Michael Porter, creador del Índice de Progreso Social, fue expositor invitado en la Conferencia Ethos 2013, una cita anual donde se analizan oportunidades de negocio sostenibles y responsables para los gobiernos y el sector privado.
En esa ocasión, Porter presentó el Índice de Progreso Social (IPS), un proyecto cuyo objetivo es proporcionar información estadística desglosada sobre el bienestar humano para que los formuladores de políticas públicas, los organismos internacionales de desarrollo, organizaciones filantrópicas, organizaciones de la sociedad civil y el mundo académico puedan concentrar sus inversiones en las áreas que más contribuyen a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
El IPS es una iniciativa de Fundación Avina, Fundación Skoll, la Universidad de Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts, con el apoyo de Cisco y Deloitte, que en su primer año recopiló y analizó información de 50 países de todo el mundo, pero se pretende extender a más de 100 países en abril del próximo año.
El Índice aporta una herramienta que conjuga, de manera transparente, un completo conjunto de mediciones de aspectos sociales, permitiendo a países individuales identificar áreas específicas de fortaleza o debilidad en términos de su progreso social, así como compararse con otras naciones, tanto a nivel de cada uno de los indicadores individuales como a nivel de su desempeño global.
Los indicadores agregados que forman el Índice están agrupados en tres dimensiones:
Necesidades humanas básicas (nutrición y asistencia médica básica; agua, aire y saneamiento; vivienda, y seguridad)
Aspectos básicos del bienestar (acceso a la educación básica; acceso a la información y comunicación; salud y bienestar, y sostenibilidad de los ecosistemas
Oportunidades (derechos individuales; acceso a la educación superior; libertad personal y de elección, y equidad e inclusión)
El IPS impulsa la conformación de grupos liderados por Fundación Avina y Deloitte que integren academia, gobiernos, sociedad civil y empresarios para coordinar acciones conjuntas y promover iniciativas de innovación social adaptadas a la realidad de cada país.
La idea surgió en el 2009, dentro del Consejo del Programa Mundial sobre Filantropía e Inversiones Sociales del Foro Económico Mundial. El Índice registra 52 indicadores en tres áreas que muestran el desempeño relativo de los países para elevar la calidad de la discusión acerca de las prioridades nacionales y para guiar las decisiones de inversión social. Dentro del primer Índice, los tres primeros lugares a nivel mundial fueron ocupados por Suecia, Reino Unido y Suiza. Costa Rica fue el país de Latinoamérica que obtuvo la mejor calificación, seguida por Chile y Argentina.
Fuente: IARSE.