La trata de personas en México es una de las violaciones más graves a los derechos humanos que enfrenta nuestro país. Como lo muestra la infografía, el tipo de población más afectada son las mujeres y menores de edad, mientras que el 70% de las víctimas de este crímen son explotadas sexualmente y el 17% sufre de explotación laboral. Esta realidad exige atención urgente para proteger a quienes están en mayor riesgo.
Estados como Quintana Roo y Chihuahua concentraron la mayor incidencia de este tipo de explotación en menores de 18 años durante el 2024, lo que subraya la necesidad de fortalecer la educación, las políticas públicas y el acceso a empleo digno. La lucha contra este delito no solo es tarea del gobierno, sino también de empresas y ciudadanos que pueden actuar como aliados en la detección y denuncia de la trata de personas que, además de ser un problema estructural, pone de manifiesto la desigualdad, pobreza y falta de oportunidades que existe en nuestro país.
Es vital fomentar una cultura de cero tolerancia hacia la trata en la que se denuncie cualquier actividad sospechosa y se apoye a las organizaciones que trabajan para erradicarla. Combatir la trata requiere un esfuerzo colectivo: informarse, promover la igualdad y proteger a los más vulnerables son pasos esenciales. La responsabilidad social empresarial también tiene un papel clave al crear programas que prevengan este flagelo y restauren los derechos de las víctimas.