Después de los nueve meses de embarazo es muy común que las mujeres busquen recurrir a dietas para recuperar su peso y figura, ¿qué tan apropiado es esto? ¿puede afectar la producción de leche materna?
La práctica de bajar de peso de manera inmediata no es muy recomendada por los expertos, ya que la leche materna requiere un mayor consumo de energía. La pérdida de peso después del parto es diferente en cada persona y puede llevar hasta un año después del nacimiento para volver al peso original.
La práctica de la lactancia exclusiva, una alimentación balanceada y realizar actividad física de manera regular, ayudan a la pérdida del peso ganado durante el embarazo. Mientras una mujer amamanta, esta requiere ingerir en promedio unas 500 calorías adicionales.
La leche materna es el alimento con la composición ideal para satisfacer las necesidades nutricionales, fisiológicas e inmunológicas del bebé durante sus primeros meses de vida. Sin embargo, más allá de las cualidades nutricionales, existen diversos beneficios tanto para la mamá como para el recién nacido; en el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna Kellogg nos comparte algunas de las principales ventajas.
Beneficios
- La leche humana tiene anticuerpos que ayudan al organismo del bebé a defenderse contra infecciones respiratorias y diarreicas. Aun cuando se enferme habrá una recuperación más rápida comparada a los niños que no son alimentados al seno materno.
- Tomar la leche directo del pecho, en lugar de un biberón, favorece el adecuado desarrollo de la mandíbula y estructura de la boca del bebé, y contribuye a la prevención de caries, evitando procedimientos de ortodoncia en el futuro.
- En los primeros 6 meses, la leche materna ayuda al bebé a prevenir enfermedades infecciosas, de los 9 a los 12 meses permite un adecuado desarrollo motor e intelectual, y de los 12 a los 24 meses se reduce el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como obesidad, diabetes e hipertensión de adulto.
- El amamantar favorece la contracción del útero, recuperando la figura más rápido, disminuye el sangrado postparto y retrasa la menstruación, con lo que puede haber un importante ahorro de hierro y disminución de probabilidades de presentar anemia.
- La mujer fortalece sus huesos y disminuye el riesgo de presentar osteoporosis.
- Se reduce el riesgo de padecer cáncer de mama, de ovario y diabetes.
- Se fortalece la relación afectiva con el bebé, y él tendrá la posibilidad de desarrollar una personalidad segura e independiente.
- Se reduce el riesgo de sufrir depresión posparto.
Tips para la lactancia:
- Una manera de asegurar una ingestión suficiente de líquidos es beber un vaso de agua antes y otro después de alimentar al bebé.
- Se debe de evitar el consumo de cebolla cruda, ajo, chocolate en exceso, mole y en general alimentos muy condimentados, ya que suelen provocar trastornos digestivos en el niño, como gases y cólicos intestinales, o pueden darle a la leche un sabor desagradable.
- Si se nota algún cambio en el apetito del bebé o se percibe un exceso de gases, se debe de analizar la alimentación y evitar el alimento que esté causando la molestia.
- No se recomienda fumar durante este periodo; muchos de los componentes químicos del cigarro pueden pasar al niño a través de la leche materna.
- Es recomendable disfrutar la lactancia materna, pues ésta constituye la forma ideal de alimentar a los recién nacidos durante sus primeros seis meses de vida.
- El consumo de hierro durante la lactancia ayuda a recuperar las reservas perdidas durante el embarazo y en el momento del parto.
- El calcio es importante en este periodo para la formación de los huesos y dientes del bebé; a lo largo de la lactancia sigue siendo indispensable para la salud de ambos, las recomendaciones van de 1200 a 1500 mg al día.
- Para evitar grietas en los pezones se debe de revisar la posición del bebé y la técnica de alimentación. No es recomendable aplicarse cremas o pomadas, un poco de la misma leche alrededor del pezón ayudará a lubricarlo de manera natural.
Fuente: INSK
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