Esta columna es patrocinada por Cuauhtémoc Moctezuma
Una de las mejores formas de cuidar el agua es enseñar a las nuevas generaciones a ser amigables con el medio ambiente y evitar la contaminación, así como el desperdicio del vital líquido. Y es que obtener el agua limpia o purificada, cada vez se vuelve una tarea más complicada. Si bien, existen purificadores de diversos tipos, desde casa y sin costo alguno también se pueden hacer unos.
A continuación se describe una forma útil y económica de hacer un purificador, el cual se puede hacer en familia, ya que es de muy fácil comprensión para los niños.
Para este experimento se requieren los siguientes materiales:
- Una caja de 8 pulgadas de alto, también se puede usar una silla o algún otro objeto que tenga estabilidad al momento de ponerlo en el suelo.
- Dos tazones.
- Agua, de caño de la cocina o de la lavandería.
- Cuerda de lana, con un metro basta y sobra.
¿Qué sigue?
- La caja o la silla se posicionará en un lugar con poco tránsito peatonal (entiéndase por esto como un lugar donde no concurra mucha gente).
- Se llena uno de los dos tazones con agua limpia.
- El tazón (con agua) es colocado encima de la caja.
- El otro tazón (sin agua) será ubicado en el suelo, junto a la caja.
OJO: No debe topar la tira de lana con la caja.
- Al tazón con agua se le agrega un puñado de tierra
- Posteriormente se unen los dos tazones usando la cuerda de lana.
¿Qué pasa?
Lo que sucederá es que empezaran a caer gotas de agua por la cuerda y serán recolectadas en el otro tazón. Así, en cierta manera, se contribuye a la purificación del H2O.
Este experimento muestra una forma de purificar el agua, sin embargo la forma más efectiva de no incrementar los daños al vital líquido es no malgastarlo.