Esta columna es patrocinada por CEMEX, impulsando la construcción sustentable.
Nada de diques, de muros para detener las crecidas olas alimentadas por la incesante subida del nivel del mar y por los eventos extremos del cambio climático. La razón es sencilla: son antiestético e inútiles a largo plazo. En su lugar, un grupo de arquitectos estadounidenses proponen crear una infraestructura urbana que minimice los efectos de las inundaciones en las zonas costeras.
Se llama “arquitectura blanda”, ya que en lugar de usar muros se opta por recursos naturales como los lagos, pantanos costeros o los techos verdes. En concreto, el primer diseño se ha hecho tomando como ejemplo la zona de Manhattan, muy vulnerable por tratarse de una isla situada en la desembocadura del río Hudson, seriamente dañada tras las inundaciones provocadas por la tormenta Sandy.
Antes se sufrieron otras tormentas devastadoras, y es un hecho que toda Nueva York está sucumbiendo lenta pero inexorablemente al aumento del nivel del mar. ¿Cómo detener el océano, construyendo diques, rompeolas? La Architecture Research Office y otros estudios de arquitectura unidos para hallar soluciones proponen una suerte de arquitectura blanda que consiste en construir lagos y pantanos, así como un sistema de entrada y salida del agua de forma subterránea que actualice la vieja red de alcantarillado.
Una solución más natural
Adam Yarinsky, uno de los arquitectos participantes, opina que la mejor opción siempre será la natural. “Queríamos dar con una solución que permitiera a la ciudad convivir con el fenómeno natural en lugar de levantar un muro que siempre podría ser insuficiente”.
De este modo, lo que se propone crear “humedales en las zonas costeras para permitir que el agua entre sin problemas en ciertas zonas de la ciudad”. Crear de forma controlada una especie de continuum entre tierra y agua es, en esencia, la posible solución que hace buena la famosa idea darwiniana de adaptarse o morir.
Fuente: Ecología Verde