Saber que una persona vivirá con obesidad el resto de su vida podría conocerse desde niño, por lo que su prevención debe ser temprana.
Un nuevo estudio encontró que gran parte del destino de un niño en cuanto a peso se establece a la edad de cinco años, y que casi la mitad de los menores que se convierten en obesos en el octavo grado escolar ya tenían sobrepeso cuando iniciaron el preescolar.
Hace mucho que se conoce la prevalencia de los problemas de peso: aproximadamente una tercera parte de los niños estadounidenses tienen sobrepeso u obesidad. Pero, sorprendentemente, se sabe poco sobre qué niños desarrollarán obesidad, y a qué edad.
De acuerdo con los investigadores, debe existir una ventana de oportunidad para prevenir la obesidad.
«Nosotros seguimos empujando nuestra ventana crítica a un momento más y más precoz», dijo Solveig Cunningham, una científica de la Universidad Emory.
«Mucho del riesgo de obesidad parece establecerse, en cierta medida, en un momento realmente temprano en la vida».
El estudio, encabezado por Cunningham, fue financiado por el Gobierno federal de Estados Unidos y publicado en la edición de esta semana de la New England Journal of Medicine.
Para la investigación se utilizó una muestra nacional de más de 7 mil 700 niños. Cuando iniciaron el jardín de niños, 12 por ciento eran obesos y 15 por ciento tenían sobrepeso. Para el octavo grado, 21 por ciento eran obesos y 17 por ciento presentaban sobrepeso.
Además de analizar qué tan común era la obesidad a varias edades, los investigadores se enfocaron en los 6 mil 807 niños que no eran obesos cuando inició el estudio, en el ingreso al preescolar.
Entre los 5 y 14 años de edad, cerca de 12 por ciento de los niños desarrollaron obesidad; 10 por ciento de las niñas y casi 14 por ciento de los varones.
Casi la mitad de los menores que iniciaron el preescolar con sobrepeso se convirtieron en adolescentes obesos. Los niños de 5 años con sobrepeso tuvieron cuatro veces más probabilidades de convertirse en obesos que los niños de peso normal (32 por ciento contra 8 por ciento).
La mayor parte del cambio ocurrió en los niños de menor grado escolar. Aproximadamente 5 por ciento de los niños que no habían sido obesos al inicio del año de preescolar se volvieron así al final.
Por otra parte, el mayor incremento en la prevalencia de obesidad fue entre el primer y tercer grado, mientras que cambió poco de las edades de 11 a 14 años.
En cuanto a raza, del jardín de niños al octavo grado, la prevalencia de obesidad se incrementó en 65 por ciento entre los blancos, 50 por ciento entre los hispanos, casi 120 por ciento entre los niños de raza negra y más de 40 por ciento entre otros: asiáticos, de las islas del Pacífico, nativos americanos y niños de raza mixta.
Para el octavo grado, 17 por ciento de los niños negros se habían vuelto obesos, comparado con 14 por ciento de hispanos y 10 por ciento de blancos y niños de otras razas.
Finalmente, según el ingreso se halló que la obesidad fue menos común entre niños de familias acaudaladas y más prevalente entre niños de penúltima categoría de ingresos. La tasa más alta de niños desarrollando obesidad durante los años de estudio fue entre las familias de ingreso medio.
Fuente: Reforma.