“La mejor estructura no garantizará
los resultados ni el rendimiento.
Pero la estructura equivocada
es una garantía de fracaso”
Peter Drucker
Por Emilio Guerra Díaz
Una nueva etapa se vislumbra en la historia de la Fundación Banorte. Entra de lleno a un proceso de institucionalidad. Más de un año lleva sin cabeza formalmente, sin una persona responsable en la Dirección.
Extraoficialmente es probable que en fecha próxima, quizá coincida con el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), habrá de darse a conocer el nombre de la nueva Directora que dirigirá la Fundación Banorte que incorpora plenamente al desarrollo de la mujer en su misión institucional. Con ello, todo el equipo del banco que tiene que ver con la Responsabilidad Social Corporativa estará conformado exclusivamente de mujeres.
De los dos recientes años de operación de la Fundación Banorte se desprenden varias lecciones y reflexiones que ofrece a la gerencia de las fundaciones empresariales, del sector filantrópico y la práctica de la responsabilidad social corporativa en México. Veamos por qué.
Un poco de contexto. Fundamentalmente en lo correspondiente a la historia de las fundaciones empresariales, Banorte y su “prima” la Fundación Gruma, fueron creadas por iniciativa de Don Roberto González Barrera y por muchos años funcionaron por disposición y mandato del ejemplar empresario neoleonés. Es decir, la toma de decisiones no estaba sujeta a las determinaciones o políticas de un Consejo Directivo (o Patronato), sino de su líder empresarial.
Cientos de organizaciones de todo el país recibieron apoyos económicos y recursos para inversión social por parte de ambas organizaciones. Debido a la generosidad de Don Roberto se incluyó apoyar a organizaciones filantrópicas de corte asistencial, lo que no es muy frecuente en las prácticas fundacionales. Eran famosos sus donativos de 50 mil pesos.
Memorables ayudas fueron otorgadas a lo largo y ancho del país en diversas acciones y apoyando causas de la niñez, la educación y diversas obras de importancia comunitaria. Con la adquisición de Ixe, Banorte incorporó también a su inversión social los intereses de la novel empresa financiera. Qué decir sobre el apoyo de ambas fundaciones en casos de desastre. Fundación Gruma desarrolló con mucho éxito las tortillerías ambulantes.
Una característica fundamental de ambas fundaciones, fue que Don Roberto disponía e instruía sobre su quehacer filantrópico. Lo que significó que ambas fundaciones estuvieran muy cuidadas por él hasta el día en que falleció. De hecho, es de todos conocidos que el Director General de ambas fundaciones por muchos años fue Carlos L. Madrid Varela, profesional ampliamente reconocido en el sector tanto por su capacidad, liderazgo y carisma como por su pasión por el servicio y sencillez. Don Roberto acordaba con Carlos gran parte de las acciones filantrópicas.
Con el fallecimiento de Don Roberto (25 de agosto de 2012) el bajo nivel de institucionalidad motivó un cuestionamiento sobre el quehacer de las fundaciones y reveló la necesidad de evolucionar a la Fundación Banorte hacia un modelo fundacional distinto dentro de un ambiente bancario donde los competidores principales de esa institución, por cierto bancos no mexicanos, cuentan con fundaciones de mayor veteranía, experiencia y presencia como son Fomento Social Banamex y Fundación BBVA Bancomer, entre otras.
En el horizonte se vislumbra ahora una institucionalidad en ciernes de la Fundación Banorte que alinea sus programas al negocio financiero, lo cual es lógico, necesario, oportuno y pertinente. Para ello se ha estimado necesario que sea una mujer quien dirija la estrategia que podrá estar vinculada en su nueva etapa.
Dicha mujer pondrá a prueba que será más efectivo el trabajo si el área de RSC y la Fundación Banorte trabajan juntas, si navegan acompañando estrategias, programas y proyectos en el mar de acción que corresponda a cada una de ellas pero mirando al mismo puerto. Como se ha dicho en este espacio, en algunas ocasiones la fundación juega un papel como medio, en otros es fin de la responsabilidad social. Hay que tener el tino de diferenciar sobre los tiempos en que se debe asumir una u otra posición.
No cabe duda que una fuerte tendencia hoy es designar a mujeres las áreas de RSC y filantropía. Estas decisiones son estupendas siempre y cuando se basen en la capacidad y atributos de ellas y no sólo por un asunto de relaciones públicas o imagen corporativa. No puede ser una moda, como tampoco puede imponerse la ingenuidad de cazar la idea de que la filantropía empresarial es un asunto femenino. Hoy enfrentamos en el país la creación de nuevos paradigmas que incluyan a la mujer en funciones de dirección; miles de ellas han sido ejemplares en esas responsabilidades, pero el reto es que dentro de la empresa quede claro que su liderazgo esté basado en habilidades.
Por otra parte, es necesario recordar que aún son pocos los recursos humanos calificados en la gerencia de este tipo de organizaciones (hombres y mujeres) y la mayoría de profesionales va aprendiendo sobre la marcha, pues esa responsabilidad demanda una formación empresarial y un amplio y profundo conocimiento de organizaciones filantrópicas. También se requieren habilidades para evaluar el impacto social de los proyectos y establecer un retorno de inversión para la empresa. Esto demanda cualidades particulares.
Las expectativas del proceso de institucionalización de Fundación Banorte se pueden plantear a través de estas preguntas:
Órgano de gobierno. Una condición necesaria para el éxito institucional de una fundación que piensa en la sostenibilidad es que las decisiones se tomen de manera colegiada, precisamente esa es la función y responsabilidad de un Consejo Directivo, el cual está integrado por directivos y ejecutivos, en este caso, del banco. Hay que señalarlo en muchas fundaciones empresariales persiste la práctica de un trabajo cómodo donde todos los consejeros siguen al líder sin crear un balance. ¿Constituirá un Consejo Directivo –en el caso de Fundación Banorte por ser una ABP, requiere un Patronato- e incorporará también un Consejo Consultivo que apoye los nuevos programas?
Área de acción. Se sabe que el foco de la nueva etapa de esta institución se dirigir apoyos a la mujer, ¿Pero decidirá hacer alianzas con OSC que ya trabajan en ese campo o quizá opere sus propios proyectos? ¿Se apoyará a la mujer en proyectos de desarrollo nada más?, ¿Disminuirá el apoyo a la asistencia social, donde muchos de los proyectos son dirigidos a la mujer o la tienen como protagonista de cambios sociales?
Vinculación entre empresa, Gerencia de RSC y Fundación. ¿Qué modelo desarrollará?, ¿Estarán dichas áreas integradas o trabajarán de manera separada o parcialmente vinculadas? Recuérdese que hay un buen número de empresas que tienen su Dirección de Responsabilidad Social Corporativa y su Fundación, pero cada una va por su lado; dejando a la fundación actividades de relaciones públicas y les ha costado trabajo alinearlas. Hay varios casos de otras empresas en otros rubros de servicios que han tenido que invertir en consultorías y asesorías para formar un “paraguas institucional” para engranar sus recursos de RSC.
Voluntariado Corporativo. Hoy, su grupo se encuentra desestructurado o muy limitado tanto en número de participantes como en acciones sociales. Ha carecido de una estrategia pese a contar con una presencia nacional se han llevado acciones parciales y de poco impacto. La Fundación Banorte ¿Desarrollará un programa de voluntariado corporativo integral y alineado a las causas de la mujer?, ¿Cómo lo hará?, ¿Cuál será su foco y quien será responsable de su desenvolvimiento en la comunidad?, ¿Será el área de RSC, Recursos Humanos o la Fundación Banorte?
Presupuesto. El fondo de inversión social de la Fundación Banorte ¿Mantendrá una serie de recursos para seguir apoyando causas asistenciales a la par del desarrollo de proyectos de mujeres?, ¿Sólo financiará proyectos de desarrollo? Respecto a este punto, la Fundación Banorte podría iniciar una práctica común en otros países respecto a organizaciones que dentro de su presupuesto de inversión un “Fondo Memorable Roberto González Barrera” para recuperar y preservar el espíritu generoso y bondadoso del neoleonés para seguir apoyando a la asistencia social en México.
Emilio Guerra Díaz
Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.
Felicidades: Fundacion Banorte. Que este cambio sea el mejor para apoyo e las mujeres tenemos una A. C. Civil. Palmas Unificadas. La cual contempla mas de 400 mujeres las cuales les benificiaria mucho obtener apoyo para adquerir mas conocimientos y aperndisaje de antemano agradesemos cualquier apoyo que pudiesen brindar para nuestra A. C. Civil. sin mas por el momento quedamos de usted.
Enhorabuena a la Fundación Banorte por no dejar que se pierda esta clase de apoyos para las mujeres, Pertenezco a la Asociación Civil Ayotlán, del municipio de Ixtapaluca, Estado de México. Asociación que esta conformada principalmente de mujeres trabajadora y emprendedoras. Agradecería mucho saber más de este proyecto.
p.c. corrección de correo elétronico. gracias
A quien corresponda : Reciba nuestro saludo y respectiva felcitación por la labor realizada por los más necesitados, nuestra organizacion tiene la labor de alcanzar a niños y jovenes con dones especiales e integrarlos a sociedad, cabe mencionar que este trabajo no se realizaria de no ser por instituciones y personas interesadas en apoyar a los menos favorecidos. Espero ponernos en contacto y asi, darle mas alcances acerca de nuestra labor.
Respetable Institución Banorte!!
Estoy interesada en saber y capacitarme en el Taller Emprende de ProEmpleo D.F., ¿Cómo puedo inscribirme?, ¿En dónde puedo conseguir más información al respecto para asistir a dicho taller?
Saludos.
Emilio, muchas felicidades por el excelente análisis que haces. Me encantó cómo fuiste llevando en el tiempo los buenos momentos que vivió la Fundación Banorte teniendo como líder a Don Roberto Hernández, a quien tuve el honor de conocer y en diferentes ocasiones apoyó de forma generosa a la Cruz Roja Mexicana, a través de ambas Fundaciones (Gruma y Banorte). Deseo que el futuro de la Fundación Banorte sea exitoso y que muchas de las interrogantes que haces sean consideradas para determinar lineas de acción. En verdad, muchas, muchas felicidades, me encontó tu narración.