Tras la condena en última instancia de un tribunal francés, Google no ha tenido más remedio que publicar en su página de inicio en Francia la notificación de que ha sido sancionado con una multa de 150.000 euros por violar la política de privacidad del país galo.
Google no cumple con la ley de privacidad en Europa, esto es un hecho cierto. Su política de privacidad unificada está bajo sospecha en varios países de la UE; Países Bajos ha sido el último en pronunciarse, y lo ha hecho con claridad.
Sanciones baratas para Google
Hasta ahora, estas violaciones de la ley han sido sancionadas con multas económicas, consideradas “calderilla” por la Unión Europea: 900.000 euros de la Agencia de Protección de Datos española, y 150.000 euros de su homónima francesa. Resulta obvio que tales importes son una nimiedad para las arcas de Google, que hasta ahora se ha limitado a pagar sin rechistar.
Sin embargo, los franceses han sido algo más sutiles, ya que no se han limitado a la multa, obligando al gigante de la publicidad a la vergüenza pública: Google ha de exhibir en su página de inicio francesa, durante 48 horas ininterrumpidas, que ha sido condenado a la citada multa y las razones, con un enlace a la página del CNIL (autoridad francesa en materia de protección de datos), donde se recoge la sanción.
Vergüenza pública
La vergüenza pública ha sido una pena empleada de manera recurrente durante la Edad Media, donde era considerada más lesiva para el reo que los “simples” latigazos. Antes se hacía en la plaza pública y ahora en Internet.
Esta parte del “castigo” ha molestado mucho más a Google que la sanción económica, y por primera vez ha recurrido el fallo judicial, aunque sin éxito. Las razones aducidas por la compañía para oponerse a la consignación del aviso es que podría suponer un daño irreparable para su imagen.
El tribunal de última instancia no lo ha considerado así, e incluso ha señalado en su fallo que Google tenía la opción de publicar de forma conjunta sus propios argumentos, cosa que ha declinado hacer.
No sé si a propósito o por mera coincidencia de fechas, Google ha publicado el aviso durante el fin de semana, donde hay menos tráfico en teoría, minimizando en parte el impacto del mensaje.
La vergüenza pública tenía trascendencia en unos tiempos donde valores como el honor tenían una gran consideración social. Ahora no es el caso.
Google: a grandes males, grandes remedios
Que los franceses saquen los colores a Google está muy bien, más por el incordio que les supone, que por la vergüenza, porque para que surta efecto hay que tenerla, y no es el caso hablando de Google; hay demasiadas “señales” por parte de la UE como para que cambie su política de privacidad.
Voy a tomar prestada la frase, atribuida a Donald Trump, “obviemos las sutilezas y ¡vayamos al grano!“ Si hay una ley que Google no cumple, la ley debería imponer su imperio, no tanto con migajas económicas o señalando con el dedo, sino con acciones más contundentes.
Fuente: Genbeta