Por: María José Evia H. Google
Desde que Tim Armstrong tomó el mando de AOL en 2009 no solo sacó a la empresa de su bache económico, sino que la convirtió en una compañía de medios, alejándose del simple portal del pasado. Sin embargo, el CEO no ha figurado en las noticias solamente por estos logros, ya que sus problemas con sus empleados se han convertido en la principal noticia de su gestión.
Antecedentes:
En agosto del año pasado, se filtró la noticia de que Armstrong despidió a su director creativo después de que este le tomó una foto mientras estaban en una junta. Unos días después, el ejecutivo se disculpó por sus actos, que tuvieron lugar enfrente de casi un millar de empleados. En un memorándum interno dirigido a todos los trabajadores de la empresa, Armstrong admitió que «fue una respuesta emocional durante una discusión difícil que tenía que ver con la carrera y el modo de vida de muchas personas», pero no se retractó por el despido.
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El caso de los «bebés con dificultades»:
Ahora, la situación es un poco más seria en una reunión interna que tuvo lugar la semana pasada, Armstrong anunció un cambio en el sistema de pensiones de AOL. En la mecánica anterior, la compañía igualaba las contribuciones de sus empleados mensualmente, pero ahora se haría anualmente. Esto sería un duro golpe para los empleados, porque significa que si deciden renunciar o son despedidos antes de que se acabe un año, no recibirían ninguna contribución.
El CEO dio estas razones para el cambio: «dos cosas pasaron en 2012. Tuvimos a dos empleados que tuvieron bebés con dificultades y pagamos un millón de dólares por cada uno, para asegurarnos de que estuvieran bien. Esas cosas aumentan nuestros costos. Así que tuvimos que decidir qué beneficios reducir por el aumento de los costos de salud y decidimos, yo decidí, cambiar el plan de pensiones».
Cuando el discurso se filtró a los medios, tanto redes sociales como medios tradicionales comentaron dos cosas. En primer lugar, la extraña elección de palabras al hablar de los «bebés con dificultades» o «distressed babies«, en su inglés original. En segundo, el hecho de que se culpara directamente a dos empleados por la reducción de los beneficios de todos los demás. A pesar de ser una empresa grande, no fue difícil para los colaboradores saber a cuáles de sus compañeros se refería Armstrong, y esto causó molestia en el equipo.
Por supuesto, nadie quiere tener un bebé prematuro o con alguna enfermedad que requiera de estancias prolongadas en el hospital y múltiples procedimientos, como explica la novelista Deanna Fei en un artículo que escribió sobre el caso. Su esposo trabaja en AOL y su hija es uno de los «bebés con dificultades», ya que nació prematuramente y requirió de 3 meses en el hospital para estar bien de salud. Para ella:
«lo más difícil de soportar fue el juicio de Arsmstrong, como si nosotros hubiéramos acaparado egoístamente un pedazo obscenamente grande del pastel colectivo de servicios de salud. Sí, teníamos a una bebé prematura en cuidados intensivos. Definitivamente no fue nuestra intención.»
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Las disculpas:
En vista de estas reacciones, el CEO se vio obligado a difundir otro memorándum interno, donde revirtió su decisión acerca del plan de pensiones, y también se disculpó: «Cometí un error. Pido disculpas por mis comentarios de la semana pasada cuando mencioné ejemplos específicos de servicios de salud al tratar de explicar nuestro proceso de toma de decisiones.»
A pesar de la disculpa, el daño ya está hecho, y el caso también sacó a relucir una demanda contra Armstrong hecha en sus tiempos de ejecutivo de Google. Según la demanda, él discriminó a una mujer embarazada de cuatrillizos y la llamó «una pesadilla de recursos humanos». Sea o no verdad esta acusación previa, ayudará a cimentar la reputación de Armstrong como una persona poco preocupada por la salud y el bienestar de sus empleados.
