De acuerdo con la American Marketing Association, Green Marketing es aquel cuyos productos son presumiblemente, seguros para el medio ambiente.
Con el surgimiento de la responsabilidad social, el medio ambiente cobró una relevancia sin precedente; situación que se venía perfilando desde el Protocolo de Kyoto en 1997.
Actualmente y después del revuelo causado por el documental de Al Gore y todo lo que se ha publicado sobre calentamiento global, palabras como sustentabilidad comienzan a ser parte del argot diario.
No es ninguna sorpresa entonces que el Green Marketing sea hoy una forma de agregar valor a los productos, cualesquiera que estos sean. No se necesita una gran inversión en I+D sino simplemente… beneficiar al planeta.
El Universal, uno de los diarios más leídos del país, le da un espacio importante dentro de su primera plana a un gráfico que lo define como proclive al reciclado.
Poco a poco menos son las categorías de productos que no cuentan con una opción «verde.» Como toda innovación, el Green Marketing comienza por añadir valor, se torna parte de una estructura hasta que se convierte en una entidad más de nuestra diaria realidad.