Mañana, sábado 27 de marzo de 2010 a las 8:30 p.m., hora local, se llevará a cabo la cuarta edición de La Hora del Planeta, iniciativa de WWF en coordinación con autoridades, empresas y medios de comunicación.
El objetivo de la Hora del Planeta, la mayor campaña ambiental en la historia, es lograr que hogares, empresas y gobiernos apaguen sus luces durante una hora en un determinado momento, mostrando así el compromiso con el cuidado de nuestro planeta y la lucha contra el calentamiento global.
La acción convoca a cientos de millones de personas; tan sólo el año pasado, cerca de 1200 millones se unieron a La Hora del Planeta, demostrando la voluntad social ante el calentamiento global.
No obstante lo anterior, el movimiento también tiene detractores quienes sostienen que la Hora del Planeta es simplemente una hora programada en donde se sabe que la demanda de energía eléctrica bajará un poco, sin embargo también se sabe que serán sólo 60 minutos, por lo que las instalaciones generadores de energía en el mundo no desconectarán absolutamente nada, ya que no tendría ningún sentido. Sin embargo, aún estos personajes que no están plenamente de acuerdo con la campaña, muestran su inconformidad porque insisten en que de nada sirve una hora, hay que disminuir el uso de electricidad siempre y con ello enviar un mensaje de que la sociedad no requiere tanta energía y por tanto puede disminuirse la cantidad que se produce; eso sí ayudaría al planeta.
Irónicamente, sin importar la posición que se tome, el trasfondo de ambas posturas es la disminución del consumo en pro del combate al Calentamiento Global. Por desgracia también se ha visto que, pese a los millones de individuos que participan en esta ejecución, los representantes de los distintos países no logran consensar la lucha contra el fenómeno, anteponiendo sus intereses a la voluntad mundial, tal y como se pudo constatar en el reciente fracaso de Copenhague.
En este contexto, no importa tanto la acción como el simbolismo que connota; por ello, autoridades de muchísimos países alrededor del mundo y marcas como Coca-Cola, Canon, Philips, Hilton, entre muchas otras, se han declarado a favor del movimiento.
Cierto, para muchas empresas la acción está ligada a la responsabilidad social e indudablemente también al marketing, conjugando fuerzas en una sinergía que ha hecho de la campaña, la más famosa del mundo respecto a la lucha contra el cambio climático.
En cuanto a las redes sociales, WWF invita a twittear lo que se esté haciendo durante esa hora con el hashtag #earthhour (obviamente mediante móviles), así como a añadir posteriormente videos en YouTube de lo que se haya podido filmar y a subir fotografías a Flickr para documentar el suceso.
Al final, lo que se busca es dar un mensaje: En la lucha contra el cambio climático no importa de qué país eres sino en qué planeta vives.
