A principios de año, Clorox lanzó una campaña para promover su marca de productos de limpieza Greenworks, cuyos productos no contienen químicos fuertes y están hechos a base de ingredientes naturales. El concepto de la campaña juega con las series de televisión de «Real Housewives» (Amas de casa reales) y crea a las «Green Housewives» (amas de casa verdes), pero lejos de generar las risas esperadas, se ha topado con muchas críticas.
El anuncio que se difundió por internet muestra a tres amas de casa en lo que parece ser un mercado orgánico, peleándose por la «más verde» y haciendo comentarios despectivos. La intención es jugar con la idea de que una persona preocupada por el planeta es molesta, exagerada y hasta santurrona, pero que usar los productos Greenworks es más fácil que eso. Entonces, ¿cuál es el problema de usar sentido del humor?
En primer lugar, puede parecer que GreenWorks y Clorox se están burlando de sus propios clientes, ya que la gente interesada en cuidar al planeta es la que suele comprar este tipo de productos. Al tratar de buscar nuevos públicos y mercados, la marca está alejando a aquellos que les comprarían más fácilmente.
Por otro lado está el problema de las conductas de las que se burla el comercial: algunas son realmente ridículas (como querer comprar un jarrón teñido con pintura vegetal que deja marcas por todas partes), pero la mayoría son importantes para ser un consumidor responsable, como saber de dónde viene el pescado que comemos o la piel con la que están hechos nuestros accesorios.
Pero al final el mayor problema de la campaña es que… simplemente no logra ser graciosa. Es un buen intento de Clorox para innovar y llegar a más consumidores, pero simplemente no logra generar la empatía que pretende, además de acabar siendo muy confuso, porque si no debemos exagerar, ¿entonces por qué compraríamos la opción verde de Clorox? A la marca le faltó ofrecer otra alternativa a la ridiculez de la «vida verde» que no consistiera en simplemente comprar su producto.