Algunos estudios han establecido un nexo entre la buena salud mental y hornear. Para apoyar esta idea la panadera Emma Thomas,dueña de la panadería Miss Cakehead, está organizando una venta mundial de cupcakes y otros pasteles, que beneficiará a personas que sufran de depresión. Para ayudar a dar a conocer la causa, todos los panqués vendidos tendrán una peculiaridad: su betún no será de los colores llamativos que suelen usarse, sino gris.
La idea es que entre el 2 y el 4 de agosto de este año, voluntarios organicen panaderías «pop-up» llamadas Depressed Bake Shop, donde vendan este popular postre en color gris. La sorpresa será que por dentro los cupcakes sí tendrán un color brillante, para comunicar que la depresión puede ser tratada y las cosas pueden mejorar.
También se venderán otros productos de repostería, como galletas y pasteles, todos con la misma paleta de colores como una forma de recalcar cómo se ve la vida cuando se padece de un trastorno mental como la depresión.
Según la página oficial , esta idea surgió porque una de cada cuatro personas en el mundo sufre de algún tipo de enfermedad mental en algún punto de su vida y esta es una oportunidad de generar un evento que propicie el diálogo sobre una condición que muchas veces es tabú. Las ganancias se destinarán a una organización de caridad que trata este tipo de problemas.
El evento tuvo su origen en Inglaterra y hasta ahora sólo ciudades de ese país se han registrado para participar, pero la convocatoria está abierta para cualquier parte del mundo. La iniciativa demuestra que no se tiene que ser una gran empresa para generar una campaña llamativa marketing social que tenga un impacto en la comunidad. Miss Cakehead no ha usado grandes recursos para lograr sus planes: sólo una página web para dar a conocer la idea y una de Facebook para organizar a los voluntarios
