El modelo «Uno por Uno» popularizado por TOMS ha probado ser popular, pero también polémico. Ahora, nuevas empresas están buscando formas de hacer su propia versión, adaptándose a las necesidades del mercado y de las comunidades a las que pretenden favorecer. Por ejemplo, la nueva marca de ropa interior THINX fue pensada originalmente para solucionar un problema de las mujeres modernas, como son las manchas accidentales causadas por la menstruación, pero acabó convirtiéndose en una empresa con causa.
Las tres fundadoras de la compañía tuvieron la idea de crear una línea de ropa interior que evitara los escurrimientos que todas las mujeres han sufrido al usar compresas o tampones y que al mismo tiempo tuviera un diseño atractivo. Después de participar en la plataforma de crowdfunding Kickstarter y en un concurso para recaudar fondos, la marca lanzará su primera colección este mes de septiembre.
Los productos de THINX tienen la ventaja ambiental de que pueden ayudar a reducir la cantidad de basura generada por las mujeres que los usan. Según la empresa, cada mujer descarta aproximadamente 170 mil compresas o tampones a lo largo de su vida, lo cual significa una gran cantidad de desperdicios que no son biodegradables, pero el uso de esta ropa interior puede reducir este número.
Sin embargo, es el aspecto social en el que la nueva marca destaca: en un viaje a África, una de las fundadoras conoció a una chica que le confió que falta a la escuela hasta una semana al mes por no tener dinero para comprar productos de higiene femenina. Al saber que hay casi 67 millones de mujeres y niñas con este problema, THINX se unió a la empresa social Afripads, que fabrica compresas re utilizables a un precio muy accesible en Uganda. La compra de cada producto THINX financia la manufactura de siete de estas compresas, que se entregan a quienes las necesitan.
Además de proveer a las niñas y mujeres de Uganda con un producto que les permite continuar sus labores y estudios, esta alianza genera trabajo e ingresos para las empleadas de Afripads, las cuales son fabricadas localmente. De esta forma se genera un círculo virtuoso que empodera a mujeres de bajos recursos.
