Mientras el Gobierno establece ambiciosas metas de generación eléctrica con fuentes renovables, empresas criticaron el modelo de apertura con el que se busca ampliar la capacidad con este tipo de energías.
En el Foro Internacional de las Energías Renovables, Pedro Joaquín Coldwell, Secretario de Energía, dijo que para el 2018 se buscará tener una capacidad de generación eléctrica por fuentes renovables de 33 por ciento a nivel nacional.
Leonardo Beltrán, subsecretario de Planeación y Transición Energética de la Sener, añadió que este porcentaje ayudará a generar 25 por ciento de la electricidad total en ese año.
Las tecnologías que definió como renovables son solar, eólica, biomasa, hidroeléctrica y geotermia, en las cuales se requerirá una instalación de 11 mil megawatts de capacidad, los cuales demandarán una inversión de entre 22 mil millones y 44 mil millones de dólares durante el periodo 2014-2018.
Durante la presentación del Programa Especial de Aprovechamiento de las Energías Renovables, Beltrán Rodríguez detalló que será la fuente eólica la que más crezca en el periodo.
Sin embargo, José Oriol, directivo de mercados internacionales en la División de Energías Renovables de Iberdrola, explicó que para lograr las metas comprometidas la capacidad de generación eólica debe crecer a un ritmo tres veces mayor que el actual para alcanzar una capacidad instalada anual de mil 500 megawatts.
No obstante, advirtió que las propuestas de cambio al mercado eléctrico contenido en las leyes secundarias de energía generarán volatilidad.
Durante su participación en la mesa de Energía Eólica, Oriol explicó que la propuesta del Ejecutivo consiste en crear un mercado nodal donde cada región del País tendrá un controlador para comprar la energía a los costos más bajos.
Esto hará volátiles los precios de la energía, pues además de que tendrá varios competidores esta tecnología, sus costos variarán dependiendo de las capacidades de cada planta para generar electricidad.
«No es fácil que un sistema de precios nodales funcione correctamente al primer día. Los países que lo han intentado anteriormente a México han tardado años en conseguir que las cosas funcionen bien», dijo.
A esto se le sumará la creación de dos tipos de bonos, uno para la generación libre de contaminantes y otro para las fuentes contaminantes.
Estos esquemas no siempre han probado su efectividad y en algunos países se están dejando de ocupar.
«El mercado de certificados verdes es algo que no siempre ha funcionado bien y en la mayoría de los países europeos se está ya perfilando el tema de su salida porque tiene muchísimas complejidades», añadió.
Fuente: El Reforma
