El rey Juan Carlos I abdicó el lunes a la corona de España, en favor de su hijo Felipe de Borbón, el príncipe de Asturias.
Durante la mayor parte de sus casi 40 años en el trono, Juan Carlos I fue muy querido por los españoles e incluso, en 2008, el Barómetro Iberoamericano de gobernabilidad, lo colocó como el líder más valorado en Iberoamérica en su conjunto.
Entre su labor social reciente se recuerdan los encuentros que presidió con miembros de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, en el Palacio de la Zarzuela, en seguimiento del pacto antiterrorista firmado por los partidos Popular (PP) y Socialista Obrero Español (PSOE) en 2000.
El monarca, sin embargo, sufrió una baja de su popularidad en los últimos años al conocerse episodios que lo hicieron blanco de críticas: en 2011, el rey se vio envuelto en un escándalo debido a que su yerno Iñaki Urdangarín fue investigado por supuesto desvió de recursos públicos, desde el Instituto Nóos, una asociación sin fines de lucro que presidía. En abril de 2012, la imagen de Juan Carlos I sufrió un nuevo golpe cuando se conoció que había viajado a Botswana para participar en una cacería de elefantes. Las críticas de los medios y opinión pública en torno a la ética del rey, de entonces 74 años, no se hicieron esperar, sin contar que España atravesaba por la peor crisis económica en medio siglo.
Diarios españoles, desde El País hasta el conservador El Mundo, lamentaron en sus editoriales la irresponsabilidad e inoportunidad del hecho así como la opacidad prevaleciente en los viajes al extranjero de la monarquía. Como consecuencia de este escándalo, Juan Carlos tuvo que renunciar a su posición de presidente honorario de la organización WWF, además de que se vio obligado a ofrecer disculpas públicas.
No se habían olvidado esos episodios, cuando medios europeos difundieron rumores sobre una supuesta amante del rey. La información detonó por una fotografía que mostraba al monarca junto con la princesa alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, y se alimentó con versiones sobre el presunto distanciamiento del matrimonio real y la idea de que Sofía ya no residía en el Palacio de la Zarzuela, nunca confirmada ni desmentida.
Parteaguas
El anuncio de la llegada de Felipe VI a la Corona española marcará una nueva era para la monarquía de ese país. Con instrucción militar y licenciado en Derecho, Felipe ha sido hasta ahora el encargado de las iniciativas sociales de la Casa Real así como de estrechar relaciones con las naciones iberoamericanas.
A pesar de tener dos hermanas mayores, Elena y Cristina, ser el único hijo varón del matrimonio entre Juan Carlos y Sofía lo hace el sucesor natural al trono. Esta situación ya se anticipa diferente para Felipe de Borbón y su esposa, la princesa Letizia, que tienen dos hijas, Leonor y Sofía. Al ser la mayor, Leonor se convertirá en la heredera al trono de España más joven, a sus ocho años, cuando su padre sea proclamado rey. Esto es posible luego de una reforma constitucional, en 2006, que estableció que el primogénito de los príncipes de España se convierte en el heredero al trono independientemente de su sexo.
Como príncipe de Asturias, Felipe de Borbón ha desempeñado la presidencia de numerosas organizaciones benéficas, como la Fundación Príncipe de Asturias, que entrega los premios homónimos desde 1981, y la Fundación Príncipe de Girona, que trabaja en el fortalecimiento de la formación de jóvenes, el incremento de las oportunidades laborales y el emprendimiento, de acuerdo con sus páginas de Internet.