Esta columna es patrocinada por Cuauhtémoc Moctezuma
A causa del problema de escasez de agua, se han desarrollado distintas maneras y métodos para purificarla. En esta ocasión, un equipo de expertos en ciencias ambientales de la Universidad de Dublin, Irlanda, ideó una fórmula para limpiar el agua de pesticidas, fármacos y otras sustancias dañinas para la salud.
La fórmula consiste en un nanomaterial a partir de dióxido de titanio (TiO2) y láminas de grafeno, que una vez que es estimulado por la luz solar permite la limpieza del agua.
El TiO2 es un compuesto utilizado como blanqueador en la pasta de dientes, papel, pinturas e incluso en algunos alimentos, y recientemente se descubrió también su funcionamiento como catalizador en determinadas circunstancias, para ello es necesario someterlo a la acción de los rayos ultravioleta.
Los científicos comprobaron que los rayos se absorbían mejor si se moldeaba en forma de nanotubos, (estructuras mil veces más finas que un cabello humano), éstos se disponen sobre una lámina de grafeno formado por tiras de carbono de un átomo de espesor. Los investigadores observaron que los contaminantes se adherían a esa capa, lo que permitía al dióxido de titanio fijarse y destruirlos, teniendo como resultado la limpieza.
Según la líder del proyecto Anne Morrisey, hasta ahora la mayoría de los sistemas para purificar el agua son muy costosos y requieren de mucha energía en comparación con el método que proponen.
Se tiene pensado incluir este proceso en cartuchos que podrían instalarse en cañerías que garantizan el suministro, sobre todo en las zonas rurales.
La investigadora aclaró que el uso de esta técnica no garantiza la completa eliminación de residuos, es más bien utilizada como una especie de pulido después de que el flujo de agua haya sido limpiado mediante los sistemas tradicionales de contaminantes.