Llega el viernes en la noche y con él las ganas de divertirse se aparecen como por arte de magia después de una larga semana de trabajo. Tus amigos se reunirán probablemente para un cumpleaños, una despedida o un reencuentro, cualquier pretexto parece ser bueno para relajarse y decir adiós a todo el estrés de la semana.
Sin embargo los centros nocturnos recurren en abusos con tanta frecuencia que los clientes ya perciben algunos de ellos como parte de la experiencia.
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) existen cinco derechos básicos que deben ser respetados en los antros y que están avalados por la Ley Federal de Protección al Consumidor, sin embargo muchos establecimientos parecen incurrir en esa misma cantidad de abusos. ¿Los conoces?
1. Discriminación
Es un clásico, las chicas guapas que lucen como modelos pasan en cuanto llegan a la puerta mientras el resto de los mortales debe esperar o incluso recibe una negativa de acceso.
Los establecimientos sólo pueden negar la entrada a un consumidor en caso de que se encuentre en evidente estado de ebriedad, esté bajo los efectos de alguna droga o porte armas. La ley Federal de Protección al Consumidor en su articulo 58 ampara que el género, nacionalidad, preferencia sexual y cualquier otra causa de discriminación no debe provocar la negación en el servicio de ningún establecimiento.
2. Condicionamiento
De acuerdo con la procuraduría, tampoco esta permitido negar el uso de la mesa a menos que se compre una botella, ya que se trata de condicionamiento del servicio; una práctica muy común y nada legal dentro los centros nocturnos.
3. Falta de Transparencia
Los precios y presentaciones de cada producto o servicio dentro del lugar deben estar siempre a la vista.
En el caso de las promociones, los antros deben brindar al consumidor información completa y detallada sobre los requisitos y restricciones derivadas del horario u otros factores; así como cumplir con lo establecido dentro de ellas.
4. Consumo Mínimo
La decisión de cuanto alcohol beber corresponde únicamente a cada consumidor, por lo que imponer un consumo mínimo dentro de un centro nocturno no solamente es poco responsable, sino también esta contra la ley.
5. Propinas
Debido a la emoción y otras distracciones muchas veces ni siquiera lo notas, pero cuando llega la cuenta resulta que incluye un cargo adicional que supuestamente corresponde al servicio.
La propina es una gratificación voluntaria que los clientes dejan a cambio de un buen servicio, sin embargo no es obligatoria, por lo que no puede incluirse como un concepto más dentro de la cuenta ni solicitarse por adelantado.
A pesar de que esta normatividad no es reciente, antros de todo el país continúan incurriendo en este tipo de abusos, mismos que se unen a numerosas violaciones a la ley que prohibe el acceso de menores a centros nocturnos y la venta de bebidas alcohólicas a los mismos; convirtiendo a ésta en una industria carente de responsabilidad, aunque por desgracia a los consumidores no parece importarles demasiado.