Parece ironía que muchas de las personas que se dedican a la construcción de casas habitacionales para otras personas, no tengan la oportunidad de construir la suya. Esto se debe en ocasiones, a que este sector se vuelve vulnerable por la inestabilidad de su oficio, ya que se cambia continuamente de obras, compañías constructoras o incluso patrones; situación que limita un ahorro constante o el ser candidatos para programas o créditos de vivienda.
Los constructores que no tienen casa propia entonces, se ven orillados a pagar una renta para tener un lugar donde vivir junto con sus familias, en sitios que no siempre cuentan con las condiciones adecuadas de espacio, luz, ventilación o limpieza.
Con este problema en mente, S-AR, un taller de arquitectura en Monterrey, desarrolló un proyecto llamado Casa Caja, bajo la metodología del proyecto social Comunidad Vivex. El objetivo de las casas caja, es acercar la arquitectura por medio de trabajo social a familias de escasos recursos.
Las viviendas se proponen en un terreno suburbano con medidas estándares del gobierno. Este proyecto de construcción social, busca principalmente la participación activa de los futuros usuarios, cuyo jefe de familia tiene como oficio la construcción.
De esta manera, todos participan, se involucran y fomentan valores como la unión, la responsabilidad, el trabajo y el compromiso, con un líder que tiene los conocimientos de construcción.
¿De qué manera funciona?
La Asociación Civil Comunidad Vivex aporta el suministro y gestión del material de construcción por medio de patrocinios con empresas y particulares, así como la asesoría técnica junto con los diseñadores de la casa del equipo S-AR.
El requisito es que la familia beneficiada, cuente con un terreno propio, donde se pueda cimentar la construcción y cuente con un equipo de trabajo, ya sea compañeros de trabajo, amigos, familiares, para que en conjunto logren terminar la obra. Además durante el proceso se realizan juntas semanales entre los involucrados para dar seguimiento a la construcción y supervisión en campo.
El tiempo de construcción de este tipo de proyectos tiende a ser más largo que el de una construcción común, ya que la mano de obra depende de la organización y el tiempo libre que invierta la familia o personas que participan en la construcción, por lo general se dedican 1 o 2 días por semana a la obra.
Estas casas caja tienen el nombre debido a que están diseñadas como una caja con una serie de cajas dentro distribuidas para una correcta iluminación y ventilación natural de las habitaciones, dejando también un espacio libre, utilizado como patio para actividades de esparcimiento.
Este proyecto de beneficencia social ayuda a muchas familias a poder tener un hogar, y lograr un sueño, tal como el programa de CEMEX «Patrimonio Hoy» que apoya e incentiva la autoconstrucción y motiva para que además del apoyo que se recibe, la comunidad se involucre en los proyectos.
Fotografía de: Alejandro Cartagena