La satisfacción laboral ha sido asociada con importantes resultados individuales y organizacionales. Se sabe que a nivel individual, la satisfacción afecta actitudes y comportamientos en el trabajo, tales como el compromiso, desempeño, ausentismo y rotación.
A nivel organizacional la satisfacción de los empleados está relacionada con el desempeño organizacional. A partir de teorías de desempeño social corporativo y un marco conceptual sobre satisfacción laboral, un estudio demuestra que los líderes organizacionales pueden influir favorablemente en los resultados de sus empleados si mantienen y promueven prácticas de responsabilidad social.
En los últimos años, debido al escrutinio público al que se ven sometidas las empresas, se ha venido explorando la relación entre las prácticas de responsabilidad social y los resultados de éstas, tanto para el entorno como para las empresas. No obstante, otro grupo de interés importante en el desempeño de las empresas es el de sus empleados. Por ello, un artículo publicado en la revista Estudios Gerenciales analiza la influencia de la forma en que la organización responde ante la sociedad y la satisfacción de los empleados que laboran en ella.
La investigadora Iliana Páez de la Universidad Externado de Colombia, define la satisfacción laboral como un estado emocional positivo que resulta de la valoración del trabajo de uno y las experiencias en el trabajo, y sobre todo como la percepción de que ese trabajo satisface valores y necesidades en un individuo. Argumenta que debido a que los individuos elaboran conceptos y sentimientos sobre su organización a partir de lo que ven y experimentan en su trabajo, el sólo hecho de que una empresa se enganche en prácticas externas de responsabilidad social genera satisfacción en sus empleados ya que los empleados las ven como una señal de sensibilidad social en la empresa a la cual pertenecen. Del mismo modo, este tipo de prácticas favorece a las organizaciones ya que los colaboradores buscan alinear su actitud con las acciones sociales de la organización en la que laboran.
Además si se considera la definición de percepción como el proceso por el cual los individuos organizan e interpretan sus impresiones sensoriales con el fin de darle sentido a su entorno, los empleados sólo podrán llegar a percibir distinto el desempeño corporativo de su organización dependiendo de qué tanto énfasis haga la organización sobre los resultados en responsabilidad social. A esto se unen temas como la coherencia percibida entre las diferentes acciones realizadas, el clima organizacional y el estado anímico del individuo.
Los empleados no sólo están atentos a las acciones que en materia de responsabilidad social haga su organización y sus repercusiones internas y externas, sino que desean sentirse orgullosos de trabajar para una organización que es sensible socialmente y muestra un desempeño social corporativo satisfactorio. Resulta fundamental que las empresas no sólo se enganchen en este tipo de acciones, sino que diseñen mecanismos de comunicación dentro de la organización, para que de esta manera los empleados conozcan las actividades de responsabilidad social que se llevan a cabo por su organización y reafirmen su identidad hacia ésta.
La investigadora también argumenta que para que las dimensiones externas de desempeño social corporativo de una organización, sean relaciones con clientes, proveedores, accionistas y sociedad civil, se relacionen positivamente con la satisfacción general de sus empleados es importante que la empresa busque involucrarlos en el desarrollo de sus prácticas de responsabilidad social. Esto último puede aumentar su sentimiento de pertenecía.
A través de la comunicación interna y externa, las organizaciones no sólo podrán cumplir con las expectativas de responsabilidad social que tiene la comunidad sobre ellos, incluyendo sus propios empleados, sino que es más probable que aumente el compromiso y desempeño de los mismos empleados como consecuencia de su alto nivel de satisfacción con su trabajo y con la organización.
SUSTENTUS concentra sus esfuerzos en el área de sostenibilidad, por medio de estudios orientados hacia la gran empresa y el emprendimiento social, propiciando la vinculación entre la academia, la iniciativa privada, y las organizaciones de la sociedad civil para el desarrollo de proyectos conjuntos.
El centro pertenece a la EGADE Business School sede Monterrey, y es dirigido actualmente por su fundador el Dr. Gerardo Lozano Fernández, quien ha estudiado la sostenibilidad empresarial desde el año 1999.En esta columna encontrará casos sobre empresas y OSC que han generado un desarrollo sostenible en diversos países de Latinoamérica. Además encontrará diversos análisis y opinión sobre las tendencias y prospectiva de la sostenibilidad empresarial a nivel internacional.