Cuando vas al supermercado, ¿cuáles son los problemas ambientales y sociales que informan tus decisiones de compra? La respuesta puede ser «ninguno», ya que muchos otros factores tienen que ser tomados en cuenta antes de sacar la cartera, pero para las marcas y OSCs es vital saber cuáles son los temas que nos interesan más a los consumidores, sea para aprovecharlos al momento de hacer campañas, o para llamar la atención sobre aquellos que acaben olvidados.
Recientemente, la compañía de empaques Sealed Air encargó un estudio para conocer las preocupaciones ambientales de los consumidores, y descubrió que el 63% de estos piensa que el desperdicio de alimentos es el problema más apremiante.
Según la investigación, que se realizó entrevistando en línea a mil adultos estadounidenses que realizan al menos una cuarta parte de las compras en sus hogares, las cosas cambian cuando se pregunta acerca de los propios hábitos, ya que solo un 34% de los entrevistados admitió que le preocupa el desperdicio de comida en su propio hogar, y únicamente uno de cada 3 piensa que su hogar desperdicia más alimentos de los que debería, a pesar de que el 78% admite que tiró comida en los últimos seis meses.
Los otros temas que le preocupan a los consumidores son la contaminación del aire (59%), la escasez de agua (57%), el cambio climático (53%) y los alimentos genéticamente modificados (52%).
Dado que Sealed Air se interesa por conocer las actitudes respecto a los empaques, también hizo preguntas al respecto, descubriendo que las personas todavía relacionan a los empaques con basura y no como una estrategia para mantener la comida fresca y evitar desperdicios, ya que el 89% de los encuestados piensa que los empaques desechados tienen un peor impacto en el ambiente que la comida desechada. Esto significa que la compañía tiene mucho por hacer para educar y convencer sobre la utilidad de los productos.
Pero lo más preocupante no es la falta de información sobre los beneficios que puede tener un buen empaque, sino que el estudio confirma que entre lo que pensamos acerca del ambiente y la forma en la que actuamos hay una gran discrepancia. Así como le exigimos a las empresas que vivan sus valores y no solamente hablen de lo verde, también los consumidores debemos mirar de forma crítica nuestros hábitos y cambiarlos para que estén a juego con nuestros ideales.
Con información de:
Sustianable Brands