El boom del pensamiento visual: 5 tips para comenzar

Por: Marisol Monroy

De niños todos dibujábamos. Sin importar si la cabeza era más grande que el cuerpo, si las aves volaban muy cerca del sol o si los bomberos tenían el traje bien puesto, lo hacíamos con entusiasmo y como parte de una actividad cotidiana y divertida. Si alguien preguntaba en nuestro salón de preescolar ¿quién dibuja? todos levantábamos la mano; si años más tarde la pregunta se hacía en la secundaria quizá la mitad de los chicos la levantaba, pero si alguien lo hace hoy día en nuestras oficinas muy probablemente ninguna o tal vez una persona la levanten. Otros dirán: ¡Yo dibujo horrible!

Sin embargo hoy en día los dibujos, mapas mentales e infografías, entre otros, pueden ser una grandiosa herramienta de trabajo. El boom del pensamiento visual es una realidad que desde hace algunos años han adoptado empresas como Microsoft, eBay, Google, Wal-Mart, Boeing, Lucas Film, Gap, Intel, Cisco, IBM, Kraft, Stanford University. Emprendedores, organizaciones sociales y universidades en todo el mundo lo han utilizado para trabajar ideas mediante dibujos simples y reconocibles y con ello, definir objetivos, identificar problemas, proponer soluciones, afinar un modelo, vender y diseñar un producto y generar cambios en cualquier área.

Pero ¿Cómo comenzar a utilizarlo en nuestros trabajos? Aquí, algunos tips:

1. No preocuparse por la perfección de trazos. Una de las claves del pensamiento visual es la fluidez, de tal forma que no debes preocuparte por formas, dimensiones o simetrías. Trata de plasmar aquello que tienes en la mente, puedes comenzar con “monitos de palo”, flechas, iconos, cajas con poco texto. Lo fundamental no es la perfección de los trazos sino plasmar aquello que tu mente visualiza.
2. Pensamiento visual participativo. Comenta con colegas las opiniones que tengan acerca de la idea que plasmaste, menciona que lo importante es conocer cómo mejorar la idea y no si los trazos son armónicos o bonitos. Actualmente existen herramientas on-line para ir retroalimentando los trazos e ideas y que además todos los miembros del equipo participen cuando haya momentos creativos. El primer dibujo no es el final, se puede alimentar de la perspectiva de los demás.
3. La magia de la síntesis y la claridad. Entre más sencillo, mejor. No inviertas tiempo tratando de incluir largas frases que expliquen todo. No olvides preguntarte ¿Qué queremos trasmitir? Y ¿a quiénes lo tenemos que hacer? La síntesis es una capacidad que ayuda mucho a fortalecer la fluidez.
4. Las buenas ideas no tienen horario. Puedes anotar y dibujar en cualquier momento. Trata de activar la escucha y practicar. El pensamiento visual es fluido y no tiene horario, de tal forma que hay que aprovechar esos momentos para rescatar ideas valiosas.
5. Hay todo un mundo (visual): Conócelo. Existen muchos recursos (libros electrónicos, comunidades y talleres, cursos on-line) que están revolucionando la forma en la que las empresas trabajan. Autores como Dan Roam han publicado libros que pueden ser una interesante introducción. Conoce la oferta formativa que no sólo promueven el pensamiento visual para trasmitir otra forma de plasmar las ideas sino que impulsa la creatividad e imaginación que llevamos dentro.

Para Fundemex ha sido una herramienta muy valiosa en eventos organizados con empresas y organizaciones civiles. La documentación gráfica ha permitido que las conclusiones de días de trabajo y ponencias sean plasmadas de manera fácil y sencilla.

FUNDEMEX

Con el respaldo de las organizaciones empresariales más importantes de nuestro país, el Consejo Coordinador Empresarial creó en el 2004 laFundación del Empresariado en México, A.C.

FUNDEMEX desarrolla programas encaminados a crear y fortalecer las capacidades productivas de personas en pobreza, programas de empleabilidad para jóvenes en situación de vulnerabilidad y proyectos para profesionalizar a otras organizaciones de la sociedad civil para promover un sector creciente y eficaz.

FUNDEMEX diseñó la Alianza para el Desarrollo Económico Inclusivo (ADEI), con el convencimiento de que en México existen regiones que pueden ser tan productivas y rentables como las mejores del mundo, si se logra introducir la visión y los desempeños empresariales que permitan generar la productividad, la rentabilidad y la derrama económica suficientes para superar las condiciones de marginalidad existentes.

La ADEI tiene como objetivo establecer procesos de desarrollo local con posibilidades de impacto a nivel sectorial y respaldar procesos de crecimiento y trascendencia.

Aunque la capacitación técnica, el financiamiento, el acompañamiento y la gestión con organizaciones de base son necesarios, la diferencia de la ADEI con los enfoques tradicionales es que, además de estos aspectos, abarca la promoción humana, la formación empresarial y la incorporación de los destinatarios a la cadena de valor.