La presión sobre los fabricantes de automóviles extranjeros crece en China, donde las autoridades anunciaron este miércoles que preparan sanciones contra el alemán Audi y el estadounidense Chrysler, acusados de prácticas comerciales «monopolísticas».
«Se ha comprobado que estas dos empresas llevaban a cabo prácticas monopolísticas, y serán sancionadas de conformidad con la ley», indicó en rueda de prensa Li Pumin, portavoz de la Comisión Nacional para la Reforma y el Desarrollo (NDRC).
La poderosa NDRC, una de las autoridades chinas de la competencia, precisó que llevaba dos años investigando el sector automovilístico, dominado en China por fabricantes extranjeros.
El proceso se aceleró después de que el martes se desvelara una investigación contra el alemán Mercedes-Benz (grupo Daimler), a la que le siguió el anuncio de este miércoles.
Chrysler (filial del grupo Fiat Chrysler) no quiso hacer comentarios al respecto a la AFP; pero que un portavoz de Audi, marca premium del alemán Volkswagen, confirmó la investigación contra la firma y aseguró «cooperar con la NDRC», sin ofrecer más detalles.
Li confirmó este miércoles la existencia de una investigación contra Mercedes, e indicó que 12 firmas japonesas no identificadas era investigadas por políticas de precios «monopolísticos».
Costosos repuestos
Los reguladores chinos lanzaron hace un año amplias investigaciones sobre grandes grupos extranjeros, en especial contra laboratorios farmacéuticos, fabricantes de leche infantil, o compañías informáticas y de nuevas tecnologías.
La NDRC también había mostrado su intención de escrutar el sector automovilístico.
Con el anuncio de este miércoles se dieron pocos detalles sobre las infracciones, constatadas o supuestas, a las «leyes antimonopolio», pero las autoridades ya habían expresado su preocupación por el precio de los vehículos y de los repuestos, considerados demasiado altos.
Los constructores extranjeros se justifican diciendo que hacen repercutir las altas tasas de aduana impuestas por Pekín sobre la importación de coches y de elementos automovilísticos sobre los precios de venta.
«Los concesionarios y los consumidores chinos se quejan desde hace años» de las tarifas de los constructores, que consideran desorbitadas, señaló Yale Zhang, director del gabinete de investigación Automotive Foresight.
Según Zhang, las autoridades de la competencia observan de cerca las prácticas del sector, como el establecimiento de precios mínimos impuestos a los concesionarios y las restricciones en el número de vendedores de repuestos, hábitos que hacen aumentar los precios.
En un intento de tranquilizar a los reguladores, varios fabricantes se precipitaron a anunciar importantes rebajas en las últimas semanas.
Las empresas acusadas en China de posición dominante en un determinado mercado por imponer sus precios pueden ver confiscadas «las ganancias ilícitas» o recibir multas de un valor de hasta el 10% de sus ingresos del año anterior.
Se trata de una cuestión de peso, pues China se ha convertido en un mercado crucial para los grandes fabricantes mundiales, que se enfrentan a una bajada en las ventas en otras regiones, especialmente en Europa.
El año pasado, las ventas de automóviles en China se aceleraron con un crecimiento de casi el 14%, hasta los 21.98 millones de coches.
Para Volkswagen se trata del mercado «más importante», en el que destaca su marca Audi, cuyas ventas crecieron un 21% el año pasado.
Entre las acciones lanzadas por las autoridades chinas de la competencia, la administración del Estado para la industria y el comercio (SAIC) había anunciado la semana pasado que había abierto una investigación «antimonopolio» contra el gigante informático estadounidense Microsoft.
Fuente: El Diaro mx