La industria de la RSC, como hemos visto, goza de buena salud.
Empresa tras empresa se ha visto presionada a adoptar políticas de RSC: hoy en día es casi impensable que una gran corporación global exista sin tener alguna de estas políticas. Los inversionistas están cada vez más interesados.
Están naciendo nuevas y sorprendentes formas de cooperación: con las ONG, con la competencia y con otras empresas.
El mensaje se mueve a todo lo largo de la cadena de suministros y se está dispersando por todo el mundo.
Poder Opinion : – – P58y59