Trabajando como coordinadora de ciencias en el instituto Alpes de Querétaro, la Bioquímica Mary Délano de Alcocer buscaba hacer con sus alumnas un proyecto original creativo y de impacto social. Fue entonces que con ayuda y esfuerzo de su equipo y su hermano planteó una idea para desarrollar en México el amaranto.
El proyecto resultó ganador del premio «Bachillerato», y fue entonces que Mary adquirió un compromiso con el país, y decidió poner en marcha esta idea. Primero se organizó un evento donde se invitó a Kellogg a participar, solicitándole una barra o producto que contuviera amaranto para poder detonar el cultivo y que comenzara a tener presencia en el mercado y en la sociedad.
México Tierra de Amaranto A.C.
Sus investigaciones y trabajo con el amaranto fueron avanzando, y en 2005 Mary decidió hacer realidad su sueño, y emprender la asociación civil “México Tierra de Amaranto”, buscando regresar al amaranto su valor en nuestro país y darlo a conocer a la gente para aprovechar todos sus beneficios y disminuir la desnutrición.
Para comenzar con la labor y que la gente realmente consumiera este “grano sagrado”, como los aztecas lo consideraban, era necesario informarle acerca de los beneficios saludables y los distintos usos en los alimentos, para que entonces existiera un interés.
Mexico Tierra de Amaranto decidió enfocarse especialmente en comunidades donde había mujeres para desarrollar en ellas este interés y que decidieran participar en el proyecto. Una vez captando su atención se les capacitó en temas de desarrollo humano, formación técnica para siembra de traspatio, taller de cocina con amaranto, elaboración de productos con la hoja de amaranto y comercialización.
Al participar en los talleres, las mujeres aprenden a hacer todo el proceso desde la siembra hasta la elaboración de platillos con el grano y con la hoja, tales como: tortilla, mazapán, harina, agua, chiles rellenos, arroz, pastas, ensaladas, albóndigas, mole, pipián, alegrías, chilacayote, atole, entre muchas otras.
Los talleres son parte del programa para que además de utilizar el amaranto, ellas mismas pudieran producirlo en sus casas para el autoconsumo de sus familias, sean promotoras y posteriormente pudieran comercializar sus productos, logrando la difusión de los mismos y el desarrollo de la comunidad.
Actualmente el proyecto ha tenido mucho éxito y continúa creciendo; funciona en 24 comunidades, logrando hasta el 2013 la siembra de 1,277 traspatios y desarrollando comunidades, además de buscar el empoderamiento de las mujeres al volverse promotoras de la organización.
México Tierra de Amaranto busca también vincular a instituciones de investigación científica del país con trabajo de campo, e integrar a la industria privada, gobierno y organizaciones sociales para unir esfuerzos y trabajar en conjunto.
Alianza con Kellogg
Especialmente con Kellogg, México Tierra de Amaranto trabaja en su programa de Desayunos para mejores días: las participantes de las comunidades, reciben capacitación acerca de la importancia de la buena alimentaciòn y de no saltarse la primera comida, y les enseñan recetas para la preparación de 8 platillos saludables para el desayuno, con el concepto de control de calorías para prevenir la obesidad.
“Hemos visto que en las comunidades a donde hemos ido, el proyecto tiene una respuesta muy positiva porque la gente quiere adquirir este conocimiento, pues está preocupada por la obesidad, por la diabetes y por la hipertensión, además con las mamás nos acercamos a los niños, entonces les enseñamos conceptos del desayuno y con ayuda de Kellogg’s empezamos este año la segunda fase para fortalecer el programa” comentó Mary Délano de Alcocer, directora de México Tierra de Amaranto.
La marca además apoya a la asociación con fondos para el desarrollo del programa, así como con barras y cereales para sus eventos de promoción que se realizan dos veces al mes y los talleres de capacitación cada diez días con las promotoras.
De acuerdo a la organización, el 94% de los testimoniales obtenidos (694) en 24 comunidades vincula el consumo de amaranto con mejoras en la salud y el 72% lo identifica como ahorro en la compra de alimentos.El proyecto es bastante completo ya que se conjuga el fomento de una cultura de agricultura sustentable, la nutrición y el desarrollo económico de las familias más necesitadas.