El escarabajo de Namib o Stenocara Gracilipes es un insecto que vive en la costa occidental de África. Para sobrevivir en el árido desierto, este interesante animal recoge las gotas de agua de la niebla y el rocío matutino sobre su lomo lleno de relieves, posteriormente provoca que el agua se deslice hacia abajo y llegue hasta su boca, obteniendo de esta manera el líquido necesario para su subsistencia.
Así como este ejemplo, dentro de la naturaleza nos podemos encontrar con muchos otros patrones de conducta, los cuales se pueden tomar como referencia para imitarlos y simular el mismo patrón en procesos innovadores que sean funcionales para situaciones de la vida cotidiana, como el caso de este escarabajo.
Deckard Sorensen, cofundador de NBD Nano, fue el que pensó en replicar este proceso natural y aplicarlo en una botella de agua que se llene sola, como una manera para ayudar a resolver el problema de falta de acceso a agua potable en muchas regiones del mundo.
La superficie de la botella se encuentra cubierta de capas hidrófilas e hidrófobas, y utiliza un pequeño ventilador para hacer circular el aire. El proceso eventualmente lleva a la condensación, provocando que la botella se llene de agua sola. Todo este proceso requiere de una fuente de energía externa.
El potencial para esta tecnología es grande, ya que de acuerdo al desarrollador, hay cerca de 11,340 mil millones de litros de agua en el aire, que no se aprovechan.
Los creadores aún no confirman cuánto es el tiempo promedio para que la botella se pueda llenar, algo que seguramente dependería de la cantidad de humedad en el aire, la época del año, y el tamaño de la botella o contenedor.
Si el escarabajo logra este proceso, para NBD Nano es fácil pensar que lo puede replicar, sin embargo la empresa advierte de que se trata de un proyecto que todavía necesita varios años de desarrollo. Las aplicaciones teóricas se extienden a casi cualquier cosa que necesite agua, por lo que se espera ver más sobre este proyecto.
Fuente: ABC