La huella de carbono de la vida útil del nuevo iPhone 6 supone un fuerte incremento respecto a sus predecesores, situándose en los 95 kilos de CO2. Esta cifra son 30 kilos más que el iPhone 5s que tiene una emisión de 65 kilos, y duplica lo correspondiente al iPhone 4 que se situaba en los 45 kilos de CO2. El aumento es todavía mayor si se analizan los datos del modelo 6 Plus cuyas emisiones es de 110 kilos por unidad.
La firma de Cupertino elabora informes de impacto medio ambiental del ciclo de vida de cada uno de los dispositivos que pone al mercado, y en ellos se describen las fuentes de las emisiones dependiendo de su origen.
Así, se puede apreciar un fuerte aumento de las emisiones que tienen su origen en la producción del teléfono. En el iPhone 4 la producción suponía un 57 por ciento de las emisiones totales frente al 85 por ciento correspondientes al iPhone 6, y al 81 por ciento del iPhone 6 Plus.
Esto hace que el impacto provocado del consumo diario se reduzca al pasar del 34 por ciento en 2010, hasta un 11 por ciento y 14 por ciento en los modelos recientemente presentados, correspondiendo el mayor porcentaje de estos últimos al dispositivo de mayor tamaño.
En lo que respecta al uso de materiales destaca que por primara vez nos nuevos móviles no tienen Berilio. La adición de un 2 por ciento de este mineral al cobre forma una aleación no magnética seis veces más fuerte que el cobre, y tiene muchas aplicaciones en la industria ya que no provoca chispas. Sin embargo, es uno de los elementos más tóxicos que se conocen.
Respecto al uso de material reciclado los encastres de los altavoces están fabricados con un 30 por ciento de plástico reciclado.
Fuente: Servimedia.es
