La política de nombres reales de Facebook no es algo nuevo. Desde hace años forma parte de los términos de servicio que todos los usuarios aceptan al entrar en la red social.
Sin embargo, la compañía ha empezado a ser más estricta recientemente, exigiendo a algunos usuarios que dejen de utilizar sus seudónimos o nombres artísticos bajo la amenaza de bloquear su cuenta si no lo hacen.
El problema de esta exigencia va más allá de la privacidad –la gran perjudicada– para entrar en un campo más íntimo si cabe, el de la identidad. Uno de los perfiles afectados es el de Sister Roma, una activista drag queen de San Francisco que usa este nombre en Facebook al igual que lo hace en los escenarios. Sister Roma es conocida así por sus amigos y su entorno, pero se ha visto obligada a poner en su perfil Michael Williams, el nombre que consta en su partida de nacimiento.
Facebook había cerrado automáticamente la sesión de su cuenta y le informó de que esta había sido suspendida hasta que utilizara su nombre real. Como protesta, Sister Roma ha publicado un post en la red social donde se plantea eliminar su perfil personal. La opción que da Facebook para utilizar un seudónimo son las páginas de fans, pero estas son más impersonales y más limitadas.
“Yo tengo amigos, no fans”, puntualizó Sister Roma.
Por este tipo de casos la también drag queen Olivia La Garce lanzó una petición en Change.org pidiendo a Facebook que permita el uso de nombres artísticos en los perfiles personales. “Aunque nuestros nombres pueden no ser nombres de nacimiento legales, siguen siendo una parte integral de nuestras identidades, tanto personalmente como para nuestras comunidades”, escribe Olivia La Garce.
Después de la movilización, Facebook ha aceptado una invitación de la comunidad transgénero para reunirse con algunos miembros afectados y buscar una solución conjunta. El encuentro ha tenido lugar en el Ayuntamiento de San Francisco, con mediación del supervisor del condado David Campos. Sister Roma ha calificado de “gesto completamente hueco” la reunión y otra de las drag queens asistentes, Heklina, ha dicho que esperan tener otro encuentro con gente de Facebook que realmente puedan tomar decisiones.
La polémica también se extiende a otro tipo de casos, como los de músicos, actores o escritores, cuyo seudónimo les ofrece cierta protección sobre todo cuando se encuentran en la esfera pública. Y no solo a ellos mismos, también salvaguarda la privacidad de sus familiares.
La inflexibilidad de la política de nombres reales en Facebook hace que se den situaciones absurdas, como ocurrió con Chase Nahooikaikakeolamauloaokalani Silva, un ciudadano de Hawai a quien se obligó a sustituir su verdadero apellido hawaiano por la letra N.
El interés de Facebook en la política de nombres reales
La compañía de Mark Zuckerberg no es la única que ha puesto en marcha una política de nombres reales. Google también exigió a los usuarios de Google+ su red social que dieran su verdadero nombre, una ambición que duró hasta el pasado mes de julio, cuando eliminó estas restricciones. Con esta condición Facebook pretende garantizar la seguridad de su comunidad, desterrando las licencias que da el anonimato.
Pero otra de las razones por las existe la política de nombres reales es la lucha contra los perfiles falsos de usuario. Hay muchos millones (en 2012 eran más de 80 millones) de usuarios falsos y esto puede dañar las relaciones económicas que Facebook mantiene con los anunciantes, pues el potencial comercial de su producto se ve perjudicado.
En The Verge apuntaron otro motivo hace un par de años, en un momento cuando Facebookrecrudecía la aplicación de su política de nombres reales. La compañía tiene en su mano la posibilidad de crear la base de datos de gente más completa del mundo. Si los usuarios dieran información veraz, la red social se podría convertir en una plataforma a través de la cual la gente votara, pagara impuestos o realizara operaciones bancarias. Si los datos no son auténticos estos no tienen valor para los anunciantes o las compañías con las que Facebook podría llegar a acuerdos.
La experta en redes sociales e investigadora en Microsoft Danah Boyd suma otra polémica a la cuestión de los nombres reales, calificando esta política de abuso de poder. Señala que la gente tiene derecho a protegerse a sí misma y a mantener un cierto control que les dé seguridad. Después de todo a veces se mira el perfil de Facebook antes de contratar a una persona o incluso de seleccionarla para una beca.
Fuente: Animal Político