Este 2014 y 2015 serán años cruciales para definir el futuro del planeta en materia de sustentabilidad. Este mes de septiembre se llevaron a cabo en Nueva York la Semana del Clima y la Cumbre del Clima, y en diciembre de 2015, en París, será la Conferencia sobre Cambio Climático, en la que se espera llegar a acuerdos más satisfactorios que los logrados en Copenhaguen hace cinco años.
A pesar de que son los líderes mundiales los que tienen la responsabilidad de generar e implementar políticas que frenen los efectos del cambio climático, los ciudadanos comunes y corrientes y los activistas también debemos unirnos, exigir y actuar. ¿Qué se puede hacer para lograr el apoyo global a las medidas ambientales? Aquí tres sugerencias:
1. Crear un balance el optimismo excesivo y el apocalipsis:
Asustar a alguien es una buena forma de atraer su atención, pero el cambio climático es un fenómeno distante e intangible, por lo que una vez que la persona se ha convencido de su importancia, es probable que sienta que no puede o no quiere tomar los pasos necesarios para reducir la amenaza, por lo que prefiere ignorarla.
Por otro lado, la tendencia a siempre «mirar el lado positivo» o a darle un giro más optimista a los temas relacionados con el cambio climático tampoco ayuda, y es imprecisa. El reto es encontrar un balance que minimice la angustia pero reconozca los enormes retos que trae este fenómeno, y que las soluciones constructivas para estos también conllevan sacrificios. La honestidad es la única respuesta a largo plazo.
2. Incluir a todas las posturas políticas:
Las regulaciones gubernamentales a las emisiones de carbono solo pueden suceder con el apoyo de personas en todos los espectros de la política. Pero en países como Estados Unidos y Australia, los sistemas políticos se han polarizado violentamente al hablar del este tema, y muchos conservadores aún son escépticos del cambio climático.
Gritarle a los conservadores que están equivocados y son irracionales no ayudará. El tema todavía se ve como «demasiado izquierdista» en algunos círculos, pero que es importante incluirlos en el debate porque no se logrará un acuerdo sin ellos.
3. Actuar en comunidad:
Actualmente no existe la infraestructura social para compartir, validar y fortalecer nuestras creencias sobre el reto del cambio climático. El tema se trata casi siempre en privado, y no existen muchos discursos que nos ayuden a reflexionar y a considerar nuestras propias ideas, por lo que es fácil creer que hay pocas personas interesadas en encontrar soluciones, cuando en realidad a la mayoría de las personas les parece un tema importante.
La creación de espacios para el consenso social, ya sea con comunidades físicas o virtuales es una mejor solución que intentar convencer a individuos de que adopten comportamientos responsables con el ambiente.
Fuente:
The Guardian
