La esperanza de vida en todo el mundo se incrementó de los 46 a los 68 años entre 1950 y 2010; de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se espera que para finales de este siglo aumente hasta llegar a los 81 años. Para el año 2050, más de 2.000 millones de personas pertenecerá al grupo de la tercera edad, esto es más del 20% de la población mundial y representará una cifra superior al número estimado de niños que existirá para entonces.
Por ello es cada vez más importante prestar atención a las necesidades y retos a los que se enfrenta este sector, a fin de crear políticas incluyentes que les permitan participar activamente en el funcionamiento social y contar con las garantías adecuadas para tener calidad de vida.
Como una forma de dar seguimiento a las iniciativas que surgen en torno a este sector, el 14 de diciembre de 1990, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 1 de octubre como el Día Internacional de las personas de Edad, y en 1991 adoptó los Principios de las Naciones Unidas en favor de las personas mayores.
El tema de la conmemoración para este año es «No dejar a nadie atrás», con lo que se pretende incentivar la creación de políticas públicas y espacios para mejorar la calidad de vida de las personas mayores a fin de construir el futuro incluyente que todos queremos.
A lo largo de la ultima década, el fenómeno del envejecimiento demográfico ha llevado a generar políticas y programas centrados en este sector. Los gobiernos de distintos países han desarrollado prácticas experimentales y planes nacionales que muchas veces incluso son respaldados con medidas legislativas para enfrentar los problemas ocupacionales y de salud que enfrentan los adultos mayores.
Las empresas y organizaciones no podían quedarse atrás, por lo que compañías como Starbucks, han comenzado ya a abrir espacios de colaboración con este sector de la población brindándoles nuevas oportunidades de desarrollo.