Aunque por muchos es considerada tabú, la entomofagia es la práctica de comer insectos y arácnidos como hábito alimenticio para humanos y animales. Los insectos formaron parte de la dieta de nuestros antepasados prehispánicos y aún soy muy valorados por algunas culturas del mundo por ser una fuente de proteína con bajos niveles de colesterol.
La Organización de las Naciones Unidas reconoció que los insectos pueden ser una posibilidad dentro de los planteamientos para disminuir la desnutrición en niños y adultos en áreas geográficas donde la alimentación básica es muy escasa y los insectos son más accesibles.
En términos de nutrición los insectos contienen aminoácidos, grasas, vitaminas y minerales, tienen entre 40% y 60% de proteínas, el cual es un porcentaje mucho más elevado que el que contiene la carne de res del 17 al 21% y la de pollo con un 20%.
Entre los insectos comestibles, los más comunes son: chapulines, escamoles,gusano blanco de mamey, gusano rojo o chininquil, jumiles, acociles, gusano mantequilla, xahues o cocopaches, gusano de nopal, chicatanas, ahuautle (hueva de mosco), entre otros.
A algunas de estas especies solo se les puede encontrar dependiendo de la temporada del año, de la técnica para cosecharlos y de la región de procedencia y sus condiciones ambientales. Debido a esto el costo de algunos de ellos puede aumentar.
¿Cómo preparar insectos en casa?
Para poder cocinar insectos e implementarlos a nuestra alimentación, es importante aprender a manipularlos y cocinarlos correctamente para que no pierdan el sabor y sus propiedades nutrimentales, los pasos para hacerlo correctamente son:
- Purgarlos: remojarlos en agua con sal para que vayan soltando algunas de las sustancias que utilizan como mecanismo de defensa, cuyo sabor es muy amargo.
- Freírlos: o asarlos en el sartén o el comal hasta que se encuentren dorados o crujientes, se recomienda además de sazonar con sal dependiendo del uso que se les dará.
- Prepararlos: ya sea en tacos, sopes o salsa para optimizar la cantidad y potenciar los sabores.
No se recomienda combinarlos con sabores fuertes para no cubrir su sabor, además funcionan perfectos para el maridaje con vinos blancos, rosados, algunos tintos y con el mezcal y pulque. De preferencia se deben de conservar refrigerados.
Los insectos son considerados una de las fuentes principales de proteína en la alimentación humana del futuro, ya que es además una de las formas de vida dominantes en nuestro planeta.
Fuente: Revista del Consumidor
