A finales del año pasado se determinó que desde este año, un 8% sería el impuesto que deberían pagar diversos productos con alto contenido calórico, según la nueva reforma fiscal.
El gravamen se aplicaría a los alimentos de alto contenido calórico, entre los que se contemplaron frituras, confitería como dulces y gelatinas, chocolates y productos derivados del cacao, flanes y pudines, dulces de frutas y hortalizas, cremas de cacahuate, entre otras.
Ante ello, algunas marcas, en vez de actuar con responsabilidad social y buscar redefinir el producto, lo que hicieron fue desarrollar distintas presentaciones más pequeñas para reducir el contenido calórico; no obstante, los resultados para ellas no han sido satisfactorios según lo reporta la revista Expansión.
Aquí te mostramos algunos ejemplos: