Cancún es ya el destino externo número uno entre los estadounidenses para casarse.
La posibilidad de que Cancún y la Riviera Maya puedan capitalizar el millonario mercado de las bodas entre personas del mismo sexo está cada vez más cercana.
La iniciativa para reformar 27 artículos del Código Civil a nivel estatal para legalizar estas uniones será analizada y votada en el actual periodo de sesiones del Congreso estatal.
Rocío González Jonguitud, directora del Club de Bodas de la Oficina de Visitantes y Convenciones (OVC) de Cancún, asegura que hay una gran expectativa entre los wedding planners de Estados Unidos y Canadá ante esta posibilidad, pues Cancún ya es el mercado internacional número uno para parejas tradicionales que se casan fuera de EU, por encima de Hawaii.
Algunas publicaciones especializadas como The Knot ubican incluso al corredor Cancún-Riviera Maya compitiendo fuertemente en bodas temáticas y de diseñador con destinos como Las Vegas y Nueva York.
Es también ya un imán entre matrimonios gays no oficiales y la expectativa de que estas uniones sean legales en Quintana Roo promete un repunte de al menos 30% en el número de bodas de destino que se realizan en Cancún, asegura.
Precio, la mejor ventaja
González Jonguitud explica que Cancún resulta altamente atractivo tanto por sus locaciones como por precio, pues mientras una boda promedio con 50 invitados en un hotel de cuatro estrellas, banquete, música en vivo y locaciones paradisiacas tiene un costo menor a los 500,000 pesos, esa misma ceremonia en una locación similar en Estados Unidos costaría 30% más.
En Cancún hay toda una industria de las bodas que ha profesionalizado hasta el último detalle en la organización de estos eventos, soportados por su inmensa infraestructura hotelera.
“Floristas, músicos, fotografía, luz y sonido, banquetes, bodas submarinas, bodas a bordo de un barco, todo lo ofrece Cancún al gusto y a la medida de las parejas más exigentes”, añade.
El año pasado, este destino captó 15,000 bodas de todo tipo. Según cifras de la OVC, a una celebración de estas asisten entre 60 y 100 invitados con una estadía de 2.5 noches como mínimo y un gasto promedio de 1,300 dólares por persona.
Mayor crecimiento
La posibilidad de que las bodas entre personas del mismo sexo se haga realidad significa un incremento en esas cifras, de entrada porque el segmento gay o rosa tiene un perfil de gasto más elevado, con la contratación de más locaciones, estadías más largas y adquisición de tours turísticos los días previos y posteriores a la ceremonia nupcial.
González Jonguitud asegura que se trata de eventos entre 15 y 30% más costosos, lo cual significa una mucho mayor derrama para el destino a través de todos los servicios y subservicios que se movilizan para la realización de una boda.
Cuestión legal
La legisladora local del PRI (partido que tiene 15 de 25 diputados), Susana Hurtado, ingresó la iniciativa a finales del mes pasado al Congreso local para reformar 27 artículos del Código Civil estatal.
La legisladora explica que de entrada el Código Civil ya es muy claro al definir el matrimonio como un contrato “entre dos personas”, es decir, no hace la diferencia entre hombre y mujer, de ahí que en la actualidad ya se hayan dado dos uniones entre personas del mismo sexo en el estado.
Sin embargo, cuando el Código Civil habla de las obligaciones y los derechos de los contrayentes, ya es muy específico al referirse a hombre y mujer como los integrantes de una pareja.
Por ello, en la reforma que está proponiendo y que será votada, según todo parece indicar en el actual periodo ordinario de sesiones, se plantea adecuar 27 artículos del capítulo de matrimonios en los que el Código Civil hace referencia expresa a la condición de género de los contrayentes.
Fuente: El economista
