Por muchos años se ha tenido la imagen de que el golf es un deporte reservado para unos cuantos, sin embargo, está más cerca de cualquiera y tiene más cosas en común de lo que pensamos.
En entrevista para Dinero en Imagen, el Arquitecto tijuanense, José Agustín Pizá, fundador del despacho Pizá Golf Design, nos presentó algunos datos bastante interesantes sobre los campos de golf y el negocio que implica el desarrollo de los mismos.
El campo de golf es una amenidad. Los campos de golf son una característica que agregan los desarradores inmobiliarios deciden tener para atraer a más clientes. Es casi el equivalente a decir que el hotel tiene alberca o cancha de tenis. El costo de construcción de un campo de golf está entre 6 y 12 millones de dólares, y el mantenimiento de un campo grande, normal, oscila entre los 600 mil dólares y el millón y medio.
- Un pulmón más para la ciudad. La Ciudad de México tendría problemas más serios con la calidad del aire sino fuera por el Bosque de Chapultepec y los campos de golf que hay en la metrópoli. Un metro cuadrado de pasto equivale a 24 horas de oxígeno para un ser humano.
- México, destino de jugadores de golf. Después de Hawái, nuestro país se ubica como el segundo destino más importante para los estadounidenses que practican golf. Los campos que están en Los Cabos, son el primer destino en el país, seguido de Pueto Vallarta y Cancún.
- Son muy sustentables. Pese a las creencias de que se puede gastar mucha agua para mantener los prados verdes. Existe tecnología que administra el uso de agua y minimiza el gasto destinado al riego. Por ejemplo, ya hay pastos tolerantes al agua con sal, sistemas de riego automatizados con estación meteorológica que notifica cuando se debe regar más y cuando disminuir los ciclos.
- Microsistemas ecológicos saludables. La diversidad que agrega un campo de golf, no sólo contempla tener un prado para jugar, también conjuga flores, plantas, aves y otros organismos que conviven en perfecto equilibrio. Además, es un paisaje que cuenta gran armonía visual, los campos de golf son una escultura funcional. En algunos casos los diseños no son tan destacables, pero con todo, funcionan como pulmón.
Emprendedor o no emprendedor, he aquí la cuestión
El mismo José Agustín Pizá no se considera emprendedor, la razón es muy sencilla, para él, esto no es trabajo. Y es que, al conjuntar sus dos grandes pasiones (el golf y la arquitectura), esta es el tipo de ocupación que no se siente. El ser emprendedor es una consecuencia de seguir la pasión del golf y la arquitectura.
Pizá inició su carrera en 1998 en los campos de golf Palmilla, El Dorado y Querencia, en Los Cabos, en estos lugares, trabajó para Jack Nicklaus y Tom Fazio. Al ganar esta experiencia decide estudiar la maestría en Arquitectura de Golf en la Universidad de Edimburgo en Escocia, y con ello se convierte en el primer y único latinoamericano en cursar este posgrado.
La estancia en Escocia le enseñó a trabajar con la naturaleza, a vivir en armonía con ella, y a diseñar campos más sustentables.
Los dos años de experiencia en Europa, le abren la puerta para ser parte del Instituto de Arquitectos de Campos de Golf, para tiempo después convertirse en el primer miembro graduado proveniente de América Latina.
El despacho se funda en el 2006. El sello característico de Pizá Golf Design destaca por conjugar dos visiones del diseño para llegar a un balance, entre lo extrovertido de Estados Unidos, y lo econatural de las islas británicas. Son campos con mucho carácter, pero están pensados para ser sustentables.
Además, el trabajo de Pizá es muestra del talento nacional, y proyecta a México internacionalmente como un excelente destino para para desarrollar campos y jugar golf. También, ha diseñado en países como Perú, Costa Rica y algunos trabajos en Europa.
Fuente: Dinero en Imagen
