Un negocio social en teoría es muy bueno para el entorno, pero ¿qué tan rentable puede ser en la práctica? Desde el concepto el negocio social lo que busca es la rentabilidad, ya que lo que pretenden los accionistas es recuperar el total de su inversión, y que con las utilidades continúe el funcionamiento y crecimiento del mismo.
CEMEX decidió incursionar en este modelo de negocios e implementarlo de acuerdo a la marca. Lo que busca es ofrecer un bien o servicio por el cual reciba una remuneración que logre cubrir sus costos y además generar excedentes con la finalidad de beneficiar a sectores de la sociedad que se encuentran excluidos.
El negocio social de CEMEX es PIAC, Programa Integral de Autoconstrucción Asistida, el cual permite que las familias autoconstruyan o mejoren sus viviendas a través del trabajo colectivo y redes de colaboración que impulsan el desarrollo humano y valores comunitarios.
PIAC se compone de cuatro pilares: Centro Productivo de Autoempleo, donde la comunidad puede capacitarse y fabricar bloques de vivienda; ConstruApoyo, donde se apoya a la construcción por medio del Fondo Nacional de Habitaciones Populares y además se impulsa al crecimiento local de la industria; Asesoría Técnica con capacitación y asistencia para la edificación y por último Intervención Psicosocial, donde se da un seguimiento a la comunidad para crear redes de apoyo.
¿De qué manera funciona PIAC?
Para analizar la rentabilidad del negocio, es necesario saber de qué manera funciona. CEMEX, en alianza con el gobierno, instala un Centro Productivo de Automepleo (CPA) en una comunidad excluida, posteriormente se hace una labor de promoción del programa invitando a las familias a que se integren para construir una vivienda desde cero o mejorar la existente.
Las familias acuden al CPA y reciben una capacitación para producir sus blocs, los cuales se ponen a disposición de los participantes en el programa a través de diferentes esquemas, como a un precio preferencial para los trabajadores de la bloquera de un peso por bloc o en un modelo 50-50 en el que CEMEX se queda con el 50% de la producción, mientras que el resto pasa a ser propiedad de los trabajadores.
Este sistema es muestra clara de la rentabilidad, además del beneficio en las comunidades donde opera, ya que tanto el gobierno obtiene infraestructura para lograr sus objetivos de desarrollo y vivienda, como la comunidad puede acceder a un hogar digno y capacitación por una inversión menor.
Logros obtenidos y rentabilidad
De acuerdo al informe de sustentabilidad, en 2012, se beneficiaron a más de 5 mil familias con este modelo, logrando además ser un negocio auto-sostenible debido al sistema de producción y venta que maneja.
Este programa, además de ayudar a solucionar un tema tan importante en México como es la vivienda segura para la población, ayuda a mejorar las relaciones de CEMEX con diversos stakeholders. En primer lugar, fortalece la licencia social para operar de la compañía con las comunidades en las que trabaja. Es decir, se obtiene la buena voluntad de sus habitantes para con la empresa y sus proyectos en la localidad. En segundo lugar, también genera una buena relación con los gobiernos locales que colaboran en el programa, ya que por medio de la alianza ambas instituciones pueden lograr sus metas.
