Por: Emilio Guerra Díaz
La semana pasada la Fundación Bill y Melinda Gates, por cierto la de mayor fondo patrimonial en el mundo, comunicó que donará 5.7 millones de dólares para tratamientos que contribuyan a erradicar el ébola en los países afectados de África.
La noticia tiene relevancia desde varias perspectivas. Una de ellas tiene que ver con el monto destinado. Quizá para algunos la cantidad es meramente simbólica porque representa un monto paliativo, es decir resuelve con tratamientos la necesidad de personas contagiadas para que el virus no se disemine por todo el continente. La verdad es un acto humanitario que debe ser reconocido porque seguramente la acción de Bill Gates desencadenará mas apoyo internacional de otras fundaciones.
Por otro lado, la donación se circunscribe en la necesidad de financiar la investigación para generar una vacuna en un cortó tiempo. Al examinar la manifestación de la enfermedad, se tiene notica que el ébola se presentó hace ya casi 30 años y que no fue materia de alarma por estar acotada a un determinado territorio y no se advertía un contagio masivo.
Hoy, en pleno apogeo por el contagio y extraterritorialidad del ébola gobiernos y sociedad internacional empiezan a considerar al virus como de alto riesgo. La empresa Johnson y Johnson hace algunas semanas declaró que invertiría 200 millones de dólares para acelerar tanto las pruebas como la obtención de una vacuna efectiva. Los laboratorios como empresas lucrativas tienen el interés de cubrir necesidades de mercado y si encuentran márgenes de utilidad invertirán recursos.
Se recordará que un laboratorio al conseguir un nuevo medicamento tiene el derechos de registrar la patente y obtener beneficios económicos por varios años. En la lógica de mercado tiene sentido que los laboratorios conserven ese beneficio, el de la patente, porque invierte millonadas en investigación, sueldos, insumos, etc.
Sin embargo el involucramiento de fundaciones privadas en asuntos como el combate al ébola tiene que ver con la función social o la utilidad pública de una fundación. Tanto en Estados Unidos, otros países del mundo y México, estas organizaciones inciden no en el mercado, sino en necesidades sociales. Ahí hay una gran diferencia entre las empresas que atienden el mercado y la economía no lucrativa donde se mueve el sector filantrópico y pese a que no hay una compresión generalizada sobre cómo funciona, lo cierto es que el capital social, base de ésta, tiene una finalidad pública administrada por particulares. Son recursos adicionales en salud a los que destinan gobiernos y empresas privadas.
En México ya hemos tenido varios ejemplos sobre el aporte de sociedad civil organizada de instancias filantrópicas en el terreno de la salud, desde la mítica Cruz Roja y Cruz Blanca Neutral, pasando por aquellas que atienden diversas problemáticas como cáncer, diabetes, discapacidad, desordenes alimenticios, trasplantes de órganos, adicciones, VIH-SIDA, etc. como Casa de la Amistad para Niños con Cáncer, Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer, Grupo Reto, Fundación Ellen West, Fundación Teletón, Fucam, Fundación Comparte Vida, Fundación Nacional de Trasplantes, las instituciones que conforman la Federación Mexicana de Diabetes, etc., etc., etc., hasta instituciones que inciden en política pública como Fundación Mexicana para la Salud o aquellas que trascienden los límites de diplomacia para atender al prójimo en emergencias como Médicos sin Fronteras. La lista podría alcanzar las 2,393 instituciones que están registradas y que trabajan prácticamente en todos los espectros concernientes a la salud.
Todos los bienes, los recursos que disponen; los dispensarios, las clínicas, hospitales; las donaciones, etc. son y quedarán en el patrimonio del sector social. Lo recursos que invierten estas instituciones van sumando cada año al bienestar de la población.
Desde el Consejo Directivo
El Presidente del Consejo Directivo señaló que esta semana la península de Yucatán es el centro de la acción filantrópica y de Responsabilidad Social Empresarial, ya que este lunes y martes se lleva a cabo el encuentro de Mejores Prácticas de RSE que entrega el Centro Mexicano para la Filantropía; mientras que a la par se lleva a cabo el último módulo del diplomado de Fortalece “Sostenibilidad: Movilización y Procuración de Recursos”. El miércoles y jueves se llevará a cabo el V Congreso Fortalece Retos y Oportunidades de las OSC. El mismo módulo se impartirá en la ciudad de Cancún.
En cambio, señaló la Tesorera de la organización, en el Distrito Federal se llevará a cabo el evento que trae a Mohandas Yunus para hablar de negocios sociales, precisamente los que conciernen a la economía no lucrativa. Se trata del Shaping Social Business to Shape the World 2020, que está listo para el 27 y 28 de noviembre en Expo Bancomer. Vale la pena asistir.
El Director señaló que el 29 de noviembre el reconocido tenor Fernando de la Mora en su continuo apoyo a organizaciones filantrópicas ofrece un concierto a favor de la Fundación Comparte Vida en el Palacio de Bellas Artes a las 18:30 horas.
Emilio Guerra Díaz
Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.
Encomiable aportación, pero nunca suficiente para la trascendencia que está teniendo esta enfermedad; se está creando un cerco sanitario, cierto… pero qué hay de prevención, de desarrollo de vacunas?