El grupo farmacéutico suizo Novartis descartó la posibilidad de donar a las naciones pobres la vacuna contra la influenza A H1N1, la cual aún está en desarrollo, pero dejó abierta la posibilidad de consentir rebajas.
“Para que la producción sea viable, debe haber incentivos financieros”, dijo el director general de Novartis, Daniel Vasella, en declaraciones publicadas ayer por el diario británico Financial Times.
Novartis recibió a fines de mayo 289 millones de dólares del Ministerio de Salud de Estados Unidos para asegurar el desarrollo, los estudios clínicos y la producción de una vacuna contra la epidemia. Además, según Vasella, varios gobiernos ya encargaron una cantidad “importante” de lotes de vacunas, lo que abre la posibilidad de desabasto, aun entre naciones desarrolladas.
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