En el país limita la elevada concentración del sector bancario, expone el EIU.
México se encuentra entre los 10 países del mundo con mejores condiciones para ampliar el acceso de servicios financieros a poblaciones desatendidas; sin embargo, aún se encuentra lejos de naciones de la región que son líderes en este rubro, como Perú y Colombia.
Lo anterior se desprende del informe “Microscopio Global 2014: Análisis del entorno para la inclusión financiera”, realizado por The Economist Intelligence Unit (EIU), en colaboración con el Fondo Multilateral de Inversiones, miembro del Banco Interamericano de Desarrollo, la Corporación Andina de Fomento, el Centro de Inclusión Financiera de Accion Internacional y Citi Microfinance.
El estudio evalúa el ambiente normativo para la inclusión financiera en 55 países con base en 12 indicadores. Éstos son: apoyo del gobierno; capacidad de regulación y supervisión; regulación prudencial; regulación y supervisión de carteras de crédito; regulación y supervisión de actividades de captación de depósitos, y regulación de seguros dirigidos a poblaciones de bajos ingresos.
Asimismo, regulación y supervisión de sucursales y agentes; requisitos para entidades de crédito no reguladas; regulación de pagos electrónicos; sistemas de información crediticia; reglas de conducta de mercado, y mecanismos de reclamación y operación de los mecanismos de resolución de controversias.
Con base en ello, el Microscopio Global 2014 ubicó a México en el quinto lugar junto con la India, con 61 puntos; sin embargo, muy por abajo de Perú, que ocupa el primer sitio con 87 puntos; Colombia con 85; Filipinas 79, y Chile con 66. Después se ubicaron Bolivia, Pakistán, Camboya y Tanzania.
“El máximo puntaje de este año lo tuvo Perú y el segundo más alto Colombia. Son fuertes en todos los ámbitos en áreas más allá de las microfinanzas, situándose entre los cinco primeros en la mayoría de los indicadores. Son los líderes mundiales en regulación prudencial y normas para la captación de depósitos, y tienen buenas normas sobre la regulación de los microcréditos”, expone el documento.
Para el caso de México, el estudio destaca que, tradicionalmente, el país ha padecido un menor acceso a servicios financieros que muchos otros de la región con un nivel similar de desarrollo, lo que se debe en gran medida, explica, a la alta concentración de un sector bancario dominado por unos pocos grandes bancos (la mayoría extranjeros) y por los elevados niveles de desigualdad del ingreso, sobre todo en el sector rural, donde la deficiente estructura de transporte y comunicaciones mantiene a muchos hogares de bajos ingresos sin acceso a servicios bancarios tradicionales.
“Según datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, en el 2012, 44% de la población adulta (mayores de 15 años) carecía de acceso a cualquier forma de servicio financiero formal, ni siquiera al ahorro y al crédito”, menciona.
Estabilidad del sistema
En cuanto a los aspectos positivos para México, el estudio detalla que el país se ha beneficiado de un sistema financiero estable desde 1994, y que el gobierno ha logrado avances en la promoción de la inclusión financiera en el último decenio, principalmente por la creación de entidades especializadas como las sociedades cooperativas de ahorro y préstamo y financieras populares; sin embargo, sostiene, muchas de estas han tenido problemas para despegar.
El Microscopio Global 2014 indica también que la reforma financiera promulgada en el 2014 se enfoca en la inclusión mediante un incremento en la provisión del crédito, el fomento de un entorno más competitivo en el sector bancario y mejoras regulatorias. Pese a ello, destaca, no se ha anunciado una estrategia nacional adecuada.
El estudio también expone que una mayor inclusión financiera debería ayudar a mejorar la capacidad especializada de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y de la Condusef, “la cual, aunque funciona adecuadamente, todavía tiene algunas deficiencias en particular con respecto a las poblaciones de bajos ingresos”.
Enfatiza que la Condusef desempeña una excelente función como mecanismo de resolución de reclamaciones, pero que está pendiente la atención de brechas en la regulación en aspectos como el dinero electrónico, mientras que la regulación sobre microseguros es un ejemplo en la región.
Entre los puntos que el Microscopio Global menciona como los que impedirían una mayor inclusión financiera en el país destacan una preocupación por el sobreendeudamiento en clientes de instituciones no reguladas, “muchas de las cuales fueron acusadas de técnicas agresivas de venta y cobranza”, y que la violencia se expanda a otras regiones, “lo que provocaría problemas para una inclusión financiera en un futuro cercano”.
Fuente: El Economista