Como respuesta al terrible atentado al semanario satírico francés Charlie Hebdo, en el que dos terroristas acabaron con la vida de más de diez personas, el pasado domingo se realizaron marchas en todo el mundo a favor de la libertad de expresión.
En la marcha de París se dieron cita algunos de los más poderosos líderes mundiales como el presidente francés François Hollande, Angela Merkel, canciller de Alemania, o Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo. La imagen de todos ellos caminando de la mano por la Ciudad de la Luz ya le dio la vuelta al mundo, pero junto con ella han surgido cuestionamientos respecto a la coherencia de ciertas personalidades, ya que en sus países no defienden la libertad de expresión.
La organización Reporteros sin Fronteras señaló que en Egipto, Turquía, Rusia, Algeria y Emiratos Árabes Unidos son países especialmente peligrosos para los periodistas, por lo que es hipócrita que sus autoridades acudieran a la marcha: «Sería intolerable si representantes de países que reducen a sus periodistas al silencio se beneficiaran de este abrumador apoyo emocional para (…) mejorar su imagen internacional (…) No debemos permitir que los depredadores de la prensa escupan en la tumba de Charlie Hebdo» dijo Christophe Deloire, secretario general del grupo, según reporta The Guardian.
Aquí cinco de los líderes que asistieron y las violaciones de sus países a la libertad periodística:
David Cameron, primer ministro de Reino Unido:
Cameron, a través de personas de su gabinete, amenazó al periódico The Guardian después de que este dio a conocer documentos filtrados por Edward Snowden. Al final, su gobierno logró destruir los discos duros que contenían la información y detuvo a la pareja del Glenn Greenwald, el periodista que entrevistó a Snowden, para interrogarlo, respaldándose en la ley antiterrorista.
Enda Kenny, primer ministro de Irlanda:
En Irlanda existe una ley bajo la cual la blasfemia es una ofensa criminal que es castigada con multas de hasta 25 mil euros. Se define la blasfemia como «publicar o decir algo groseramente abusivo o insultante en relación a materias sagradas para cualquier religión.» Bajo esta ley, Charlie Hebdo no habría podido existir en ese país.
Rey Abdullah de Jordania:
El escritor palestino Mudar Zahran fue condenado a hasta 15 años en una prisión con trabajos forzados por cuestionar la dependencia de su monarca de Israel. Actualmente, Zahran se encuentra en Reino Unido, donde pidió asilo político. Sus cargos fueron «incitar y atacar la imagen de Jordania.»
Ahmet Davutoğlu, primer ministro de Turquía:
Casi 70 periodistas están siendo procesados en Turquía por referirse a corrupción dentro del círculo de allegados de su primer ministro y siete de ellos se encuentran presos actualmente por producir propaganda para partidos políticos de la oposición.
Sameh Shoukry, ministro de exterior de Egipto:
Desde 2013 el país mantiene presos a tres periodistas de al-Jazeera por «difundir noticias falsas» y «ser miembros de una organización terrorista.» Sus sentencia es de siete años y actualmente ellos son parte del grupo de 16 periodistas que se encuentran encarcelados en Egipto.
Cabe mencionar también que Enrique Peña Nieto, presidente de México, se solidarizó con el semanario francés mediante un mensaje en Twitter y no se hicieron esperar los comentarios sobre la falta de protección a periodistas en su administración. En la actualidad, nuestro país es uno d elos más peligrosos para esta profesión, según Reporteros sin Fronteras, con más de 80 asesinados en una década y 17 desaparecidos.
Con información de:
Quartz
The Guardian
Es muy sospechoso, en México «Balazean» «granadean» y «bazookean» periódicos, y demás medios de comunicación, y no veo una respuesta o nota siquiera parecida.